Más cabeza, menos control

El Barça aumenta los goles de estrategia, pero lleva tres jornadas sin marcar en jugada elaborada.

Marcó Mathieu de cabeza ante el Celta y las felicitaciones en el banquillo del Barcelona fueron para Juan Carlos Unzúe. «Él se dedica a las jugadas de estrategia y está resultando muy positivo. Son detalles importantes», explicaba Bartomeu en los micrófonos de C+. Importantes y que, además, suponen arañar un puñado de puntos que ayuden a la conquista de una Liga. Con el último del central francés, ya son 13 los goles logrados esta temporada por el conjunto azulgrana producto de un córner o de una falta lateral. Con el testarazo de Mathieu, el Barça convirtió en tres puntos lo que todo apuntaba a que fuera uno. Lo mismo sucedió contra el Valencia en Mestalla, con el tanto de Busquets tras el saque de un córner en la última acción del encuentro. O, haciendo un poco de fútbol ficción, sin el acierto del propio Mathieu ante el Madrid, el clásico hubiera acabado 1-1. Total: seis puntos menos, y la ventaja con el conjunto del Bernabéu es de cuatro.

Pero es que, además, en otro partido de Liga, ante el Elche, una acción de este tipo sirvió para inaugurar el marcador, y en el estreno en la «Champions» ante el Apoel el único tanto del partido lo sumó Piqué tras una falta lateral. Precisamente el central es el que más se está beneficiando de la nueva arma del Barcelona: lleva seis dianas entre todas las competiciones, su curso más anotador. Hay que mirar muy atrás para encontrar una cifra igual del equipo: 13 goles en el segundo año de Guardiola (2009/10), pero en toda la temporada. A partir de ahí, los números ni se le acercaron: 5, 6, 6 y, la campaña pasada, 4. El conjunto de Luis Enrique ha mejorado en este sentido en las dos áreas, ya que recibir tantos en córners o faltas era su punto débil. Esta campaña sólo ha encajado dos goles así en Liga (y dos en «Champions»), cuando en 2014 acabó el campeonato doméstico con once.

«Ahora tenemos un recurso más», explica Busquets. Por contra, y sin que ambos datos tengan relación, el Barcelona ha perdido dominio en los encuentros. «Aquí juegan dos equipos y no siempre podemos tener más ocasiones que el rival», analizó Luis Enrique la primera parte en Balaídos, en la que se vio a futbolistas como Iniesta quitándose el balón de encima con un pelotazo, que no un pase largo. El Barça terminó esa primera mitad encerrado en su área, lo mismo que en el clásico, donde le ganó la posesión al Real Madrid, pero apenas por un punto. Tras los bulliciosos meses de enero y febrero, donde el equipo rindió a un gran nivel, en las últimas actuaciones se dedica simplemente a ganar. Le cuesta elaborar jugadas colectivas. Estos son sus goles en las tres últimas jornadas: 2 al Eibar (de penalti y tras córner), 2 al Madrid (de falta lateral y a la contra) y 1 al Celta (de falta lateral).