Pedro Acosta, un monstruo viene a ver a los pilotos de Moto2

Todavía no ha debutado en Moto2 y ya se ha empezado a hablar sobre su posible paso a MotoGP en 2023. Así de rápidas van las cosas en la carrera de Pedro Acosta, el nuevo niño prodigio del motociclismo español. Tiene sólo 17 años y una única temporada en el Mundial, pero fue tan estruendosa su llegada que ya algunos empiezan a elucubrar sobre si será mejor que Marc Márquez. Una locura quizá extrema pero alimentada por lo que es capaz de hacer el murciano sobre la moto.

Moto2 es una categoría en la que tradicionalmente ha sido complicada la adaptación y la mayoría de talentos que han llegado han sufrido al principio. Pero no parece el caso de Pedro Acosta, que deslumbró en los test privados de Jerez y lo ha vuelto a hacer en los oficiales de Portimao que terminaron el lunes. En las tres jornadas de entrenamientos estuvo entre los primeros y marcó el mejor tiempo, pulverizando el récord del circuito, el último día. Un resultado enorme para alguien que acaba de llegar y que prácticamente no ha tocado la moto que va a pilotar en 2022.

Él aseguraba después de cada sesión que estaba aprendiendo y que le quedaba mucho todavía por probar y hacer, pero la realidad es que ha estado arriba todo el tiempo. Sus rivales le miran con recelo, pero deben hacerse a la idea de que si quieren luchar por el título tendrán que sacar los codos con el de Mazarrón.

El año pasado apareció de repente y en unas cuantos Grandes Premios consiguió que le apuntaran todos los focos. Ganó tres de las primeras carreras, con remontadas increíbles y no se bajó del podio hasta la quinta cita. Un arranque espectacular que le valió para ser campeón a pesar de que sufrió algo más en la segunda mitad del curso. Dio un estirón físico en verano y la Moto3 se le quedó algo pequeña por estatura y peso. Por eso algunos creen que con la Moto2 estará mucho más cómodo, al ser más grande, y además podrá influir mucho más en ella con su talento en el pilotaje. Se trata de una moto más flexible y eso puede aumentar sus virtudes. Está en el equipo oficial KTM, seguramente el más poderoso de la categoría, y el chasis Kalex está claro que va a ser el dominador en la parrilla.

Así que parece claro que va a estar luchando por el Mundial y por las victorias desde el principio, buscando quizá repetir otra vez título a la primera, como hizo en Moto3. Una hazaña que le llevaría de manera automática a MotoGP, sin cumplir el año de contrato que tiene firmado. Si domina en su primer curso sería complicado mantenerle otro año en Moto2 con el único objetivo de ganar algo que ya tendría en su palmarés.

Su llegada a MotoGP en 2023 supondría un pequeño terremoto en las quinielas de contratos y pilotos, porque no hay pocos huecos libres. KTM lo tiene como un valor de futuro del que no se querrá desprender, pero pueden tentarle otras marcas. De momento, un monstruo llega el próximo 6 de marzo a Moto2.