Malasia
«Mapping 8»: Las órdenes de Ducati retrasan el título de Márquez
El italiano se adjudicó la victoria en el Gran Premio de Malasia de MotoGP, en el que Marc Márquez fue cuarto y no pudo proclamarse matemáticamente campeón del mundo.
La victoria de Dovizioso en Sepang con la «ayuda» de Lorenzo deja el título de MotoGP todavía abierto para Cheste. Marc fue conservador y se conformó con el cuarto puesto. Con sumar cinco puntos más, será campeón seguro.
No será en Malasia. Las camisetas conmemorativas volarán a Valencia en su caja para utilizarlas finalmente en Cheste. Márquez podía ser campeón de MotoGP hoy mismo en Sepang, pero los números no le salieron del todo y habrá que esperar dos semanas para el desenlace final. Cheste decidirá como otras muchas veces y como había vaticinado el propio Marc. “Me hubiera gustado que fuese aquí, pero como ya dije será en Valencia”, comentaba en las cámaras de Movistar. No se combinaron los condicionantes que le daban matemáticamente el título al español, que aun así se ha dejado una bola de partido fácil para la última cita del curso. Ha ganado Dovizioso en Malasia, en un trazado que le va perfecto a la Ducati y en el que llovió de forma abundante justo antes de la carrera. Sobre mojado aumentaban los riesgos y casi ninguno quiso tomar Marc, que sumó un cuarto puesto tirando de sentido común. Como venció Dovi y Lorenzo y Zarco se intercalaron entre él y Márquez, la cosa queda de la siguiente manera: 21 puntos de distancia entre ambos candidatos con 25 por repartir, así que al italiano sólo le sirve ganar en Cheste y esperar que el número 93 no sume más de cuatro puntos.
Lo tiene a tiro Marc, que esta mañana salió del séptimo puesto, pero que se colocó primero antes de la primera curva. “Sabía que tenía que hacerlo bien y frenar más tarde que el resto. Puede parecer que es arriesgar, pero lo es y no, ya que esto suponía también evitar riesgos”, explicaba en televisión. En un abrir y cerrar de ojos borró la desventaja que tenía en la parrilla y después la carrera no tardó en ordenarse. Se marchó por delante Zarco con el neumático trasero blando, Lorenzo se fue detrás, mientras que los dos aspirantes a la corona mundial se marcaban a continuación.
El agarre de la pista era mínimo, no había espacio para un mínimo error, así que todos iban con cuidado. Dovizioso fue aumentando el ritmo, superó a Márquez, casi se tocan en uno de los adelantamientos y el italiano se fue escapando. Arriesgaba el de Ducati y tiraba de paciencia su rival. Zarco fue perdiendo ritmo, Lorenzo se puso al mando y Dovi se fue con él. Pasada la mitad de la prueba lideraba Jorge, después Dovizioso, Zarco y Marc. Con este orden el Mundial se terminaba para la marca italiana, que activó las órdenes de equipo. De repente, en la pantalla de la moto número 99 apareció un mensaje para cambiar el mapa del motor a uno menos potente. No es que tuviera el balear que ahorrar combustible, es que su escudería necesitaba que dejara pasar a su compañero para seguir optando al título.
Jorge demostró compromiso y madurez, cumplió el mandato y ganó Dovi con él segundo. “En estos casos, sobran las palabras, es sentido común si quieres a tu marca”, confirmaba Marc, consciente de que él hubiera hecho lo mismo. Dovizioso tenía ritmo para ganar, pero al ser su vecino de box el que iba por delante se ahorró la batalla típica en estos casos.
No hubo alirón, así que todo queda para Valencia, donde hace ya tiempo que no quedan entradas. Ver a Marc ganar su cuarto título de MotoGP en cinco años o a Dovizioso el primero de su vida, bien merece la pena un viaje a Cheste. Una temporada tan igualada merecía un desenlace en el último párrafo del capítulo final.
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