Motociclismo

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Lorenzo dice la verdad

Con una exhibición, el piloto más en forma le quita el liderato a Marc, que esta vez no pudo compensar los problemas de su Honda

El español Jorge Lorenzo (Yamaha YZR M 1)
El español Jorge Lorenzo (Yamaha YZR M 1)larazon

Con una exhibición, el piloto más en forma le quita el liderato a Marc, que esta vez no pudo compensar los problemas de su Honda

Después de las cuatro primeras carreras, la clasificación del Mundial de MotoGP no decía toda la verdad. El líder era Márquez, pero más por el talento y las ganas de Marc que por ser la combinación moto-piloto más fuerte del momento. Esto le corresponde a Lorenzo y su Yamaha, que ayer arrasaron en Le Mans para poner las cosas en su sitio y hacer que los números reflejen un poco mejor la realidad de la situación. Jorge ya asustó el viernes y el sábado con una «pole» de récord y un ritmo imposible para el resto. «Él disputará una carrera y los demás, otra», avisaba en la previa Marc, que tiró de pilotaje al límite para ser segundo en la parrilla. Un espejismo que las vueltas fueron difuminando hasta que en la 15ª, el de Honda se fue al suelo al mismo tiempo que Dovizioso. «Sabía que esto podía pasar. Perdíamos mucho en aceleración e intentando recuperar en las frenadas es muy fácil cometer un error y lo hemos cometido», explicaba Márquez, que volvió a subirse a su moto con el motor al descubierto por culpa del accidente y acabó la prueba para rescatar tres puntos, porque «nunca se sabe».

En una dimensión distinta Lorenzo disfrutaba, mantenía la concentración y se le hacían eternos los últimos kilómetros. Tal y como se esperaba, lo suyo ayer fue una exhibición. Los nuevos neumáticos que ha suministrado Michelin le van bien y su equipo le puso la moto como a él le gusta. De hacerla rodar por raíles durante 28 giros se encargó él. Con una eficacia inagotable clavó los tiempos en cada paso por meta subiéndose a un liderato que este curso se le ha resistido menos que el anterior. En 2015 lo compartió con Rossi entre Brno y Silverstone a mitad de curso y sólo el último día en Valencia lo pudo disfrutar de verdad.

Ahora ya está arriba a una altura del año en la que el anterior firmó cuatro triunfos consecutivos. Hace dos semanas se le escapó la victoria en Jerez, pero en Le Mans estaba claro que sería para él desde que se bajó del avión el miércoles por la noche. Nunca tuvo rival y ahora vienen Mugello y Montmeló, dos escenarios propicios para que aumente su ventaja en la tabla. Su superioridad fue tan grande que nadie se atrevió a seguirlo. Lo intentó Iannone y se fue al suelo, mientras que Rossi, después de adelantar a Marc y Dovizioso (también víctimas de las 8 caídas de ayer), nunca se planteó cazar a su compañero de equipo. Terminó a diez segundos de Jorge, que le devolvió la «goleada» recibida en Jerez. Valentino salió desde la tercera fila y perdió algo de tiempo en el arranque antes de alcanzar el segundo lugar. Cuando lo consiguió, ya era la frontera más lejana con la que podía soñar. Se llevó 20 puntos que le acercan al liderato gracias a la caída de Marc, el último de los magníficos que quedaba por irse al suelo en 2016.

Marc, Lorenzo y Rossi ya han gastado una caída, por lo que la lucha vuelve, de alguna manera, a comenzar, aunque ahora con la ventaja que merecían la solidez y complicidad del mallorquín y su Yamaha. Márquez había ganado en Austin y Argentina corriendo más que su moto y ayer no pudo evitar encontrarse con el asfalto y ceder la iniciativa a Jorge, que sigue viendo a su compatriota como el rival más serio para el título. Confirmado su fichaje por Ducati, el balear se siente fuerte y tiene la motivación extra de irse de Yamaha con un puñetazo en la mesa en forma de cuarta corona mundial. Ayer igualó a Ángel Nieto en número de podios (139), aunque los mayoría de los suyos (101) son en la categoría reina. Quiere dejar a lo grande la que siempre fue su casa y a la que puede confirmar su llegada en breve Viñales. Aprovechando los abandonos, Maverick firmó su primer podio en MotoGP pocos días antes de que anuncie una decisión que tiene «prácticamente tomada». «Sé mi camino, pero todavía no lo puedo hacer público. Espero que pronto sea posible», admitía Mack, que subió su valor en el mercado al meterse en el cajón. Un lugar imposible para Pedrosa, enredado en sus problemas de tracción y lejos de los que se están jugando el Mundial.