MotoGP

Lorenzo: «Hasta jugando al ping pong me pongo nervioso»

Piloto de MotoGP

Lorenzo: «Hasta jugando al ping pong me pongo nervioso»
Lorenzo: «Hasta jugando al ping pong me pongo nervioso»larazon

Tres niños pequeños le miran como si fuera un extraterrestre. Estaban esperando para hacerse una foto con él y no se podían creer tener tan cerca a Jorge Lorenzo, el vigente campeón del mundo de MotoGP.

–¿Cómo maneja la presión extra de ser el rival a batir?

–La presión, más que exterior, es interior. Me la pongo yo, cuando salgo a pista quiero tener el mejor rendimiento y ganar, claro.

–¿Se pone nervioso alguna vez? Porque desde fuera se le ve siempre muy tranquilo.

–Cuando me pongo muy nervioso me calmo pensando que tengo dos títulos mundiales y, si no consigo un tercero, no pasa nada. Pero claro que se sienten nervios. Hasta si juego un partido de ping-pong me pongo nervioso, es la presión de intentar ganar. Y los nervios son buenos, te hacen estar concentrado. Si no los tienes estás aplatanado y desconcentrado.

–¿Qué defecto ha convertido en su mejor virtud?

–Antes era muy impaciente y cometía muchos errores. Ahora es justo lo opuesto, soy de los pilotos que conocen mejor su límite. Es el cambio más radical que he podido dar en estos años.

–¿Qué es lo que más le ha sorprendido en estas dos carreras?

–La evolución de Cal Crutchlow. Lo demás, me lo es esperaba. Ya dije que Márquez iba a pelear por «poles», podios y victorias desde el principio, y así lo está haciendo. Sigo pensando que puede luchar por el campeonato perfectamente si no comete errores.

–¿Qué ha descubierto de Marc teniéndolo cerca en la pista?

–Al igual que Valentino, es un gran frenador, frena muy tarde. Además, tiene facilidad para adelantar y para defender la posición.

–¿Qué tal con Rossi?

–La relación es bastante buena. No lo veo en un segundo plano, por mucho que en Austin tuviera dificultades y sufriera más que las otras Yamaha. Aquí en Jerez luchará, como mínimo, por el podio. Creo que está muy cerca de mi nivel y en alguna carrera será superior.

–Parece que ha entendido que ahora es usted el que manda.

–Después de estos dos años con Ducati puede haber perdido algo de «feeling» y le va a llevar tiempo volver a conocer la Yamaha otra vez perfectamente. No es tan fácil como pueda parecer.

–¿Tener una curva con su nombre significa que se hace mayor?

– Sí, no puedes tener un gran palmarés cuando empiezas. Lo de la curva es el mejor regalo. Aunque la carrera de mañana no salga todo lo bien que me gustaría, sólo por este detalle ya habría sido un fin de semana positivo.

–¿Lo hubiera imaginado cuando era un «rookie» que empezaba?

–Cuando tienes diez años sueñas mucho y no sólo con ser un gran piloto en tu deporte favorito. También tienes sueños de ser futbolista y un gran «pichichi», o ser corredor de 100 metros y batir el récord mundial. Pero una cosa es soñar y otra diferente conseguirlo. Requiere mucho trabajo, tener suerte y estar en el momento justo cuando toca.

–Usted corrió aquí por primera vez hace once años y hoy cumple 26. ¿Qué queda de aquel niño?

–Mucho, porque es complicado cambiarlo todo. La esencia de las personas no cambia completamente y los genes son los genes. En comparación con el resto, creo que soy de los pilotos que más he cambiado en todos los sentidos.

–¿A qué edad sienta la cabeza un piloto de MotoGP?

–Depende de cada uno. Hay personas que sienten la necesidad de tener niños lo antes posible y otros esperan a retirarse para hacerlo. Yo estoy muy centrado en mi deporte y tampoco he encontrado la chica justa para ello.

–¿Este año va a ser más duro que cualquiera de los anteriores?

–Hace un tiempo perdimos a Simoncelli y el año pasado se retiró Stoner. No quiero ni pensar lo que sería el Mundial con ellos dos. Todavía más emocionante de lo que ya es con la llegada de Márquez, de Iannone, de Bradl, que no ha cuajado todavía, pero podría hacerlo en cualquier momento, y la vuelta de Valentino a Yamaha.

–¿A quién ve como mayor amenaza para asaltar su trono?

–Sigo pensando que Dani puede ser más constante que Márquez, aunque perfectamente me puedo equivocar.