Otro mítico récord de Michael Phelps que es batido en el Mundial de natación

Las leyendas son eternas y las hazañas de Michael Phelps, el mejor nadador de la historia, el mayor deportista que se ha visto en unos Juegos Olímpicos, quedarán para siempre. Pero sus registros, no. Las nuevas generaciones ya están aquí para mejorar lo que hicieron los maestros, y si en el 200 mariposa Kristof Milak fulminó la plusmarca del mito, en los 100 metros de la misma disciplina, en las semifinales, fue el estadounidense Caeleb Dressel, llamado a ser el sucesor del Tiburón de Baltimore, quien paró el reloj en 49.50, por los 49.82 que había logrado Phelps en Roma en 2009. Como en el caso de húngaro, el mérito de Dressel es doble, ya que el anterior registro estaba hecho con bañador de poliuretano, que fueron prohibidos al demostrarse que eran una especia de dopaje tecnológico.

Son ya seis los récords batidos en Gwangju; a los de Dressel y Milak se unen el equipo australiano femenino del relevo largo, formado por Ariarne Titmus, Madison Wilson, Brianna Throssell y Emma McKeon; Adam Peaty en los 100 braza, que superó su propio registro; el australiano Matthew Wilson al igualar el de 200 braza, que comparte con el japonés Watanabe; y la última, justo después de Dressel, su compatriota Regan Smith, que pulverizó en las semifinales el registro de 200 espalda que tenía Missy Franklin desde los Juegos de Londres 2012. Lo rebajó en casi un segundo: de 2:04.06 a 2:03.35.