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Puños fuera: Aquella liga con Zamorano y Amavisca

Zamorano y Amavisca
Zamorano y Amaviscalarazon

El madridismo casi llenó el Bernabéu, expectante tras el estreno en Balaídos, aunque frente a los pucelanos se jugó bien sólo el primer tiempo. Hubo dos nombres propios: James y Bale.

El madridismo casi llenó el Bernabéu, expectante tras el estreno en Balaídos, aunque frente a los pucelanos se jugó bien sólo el primer tiempo. Hubo dos nombres propios: James y Bale. Todo apuntaba a que este verano ambos harían las maletas, pero fueron titulares. Y de los mejores. Esta situación me transportó a la temporada 1994-95, en la que Jorge Valdano, que era el entrenador, no quería ni a Zamorano ni a Amavisca.

En la habitación con Emilio

La historia la viví muy de cerca. Ya durante la pretemporada en Nyon, el técnico les dijo que igual tenían que abandonar el equipo, que no contaba con ellos. Emilio Amavisca compartía habitación conmigo y recuerdo largas charlas después de cenar en las que tuve que ponerme serio porque él pensaba en regresar cedido al Valladolid, su equipo de procedencia. Tuve que animarle y decirle que estuviese tranquilo, que le veía bien. Amavisca me hizo caso, supo sacar fuerzas y acabó siendo decisivo para conquistar la Liga, al igual que Zamorano.

Los goles del chileno

El delantero, con su trabajo y sus goles, también derribó la puerta de la titularidad y disipó las dudas. Claro que si se me permite una pequeña licencia, Cappa, segundo de Valdano, también me felicitó diciéndome que en ese título habían tenido que ver las paradas de un tal Buyo, modestia aparte. Fue el éxito de un gran colectivo y en lo particular de Amavisca y Zamorano, a los que veo reflejados en James y Bale.