Suspense... Y a la final

Orlando Ortega luchará hoy por las medallas en los 110 vallas.

Unos minutos interminables. Orlando Ortega fue cuarto en su serie. «Lo he dado todo», dijo. Y se sentó a esperar. Quedaban dos series y tenía que ser el mejor de los que no se habían clasificado directamente. Pero a favor estaba que él corrió con los más rápidos. Para empezar, con el campeón olímpico, el jamaicano Omar Mcleon. «Y ojalá nos enfrentemos muchas veces más. Me hace superarme», aseguró el español. El francés Darien, el campeón del mundo Shubenkov, que compite con la bandera de neutral, pues es uno de los rusos que han dejado participar en Londres... Mucha igualdad y sólo dos puestos directos para la final.

Salió lento Ortega. Siempre la dichosa salida, que le hace tener que remontar constantemente. La está trabajando, pero todavía queda. Si se supera ahí tendrá mucho ganado, porque superando las vallas pocos lo hacen con la limpieza de él. «La salida fue más lenta que en las series, pero simplemente me faltó correr», no quería excusas Ortega. Cuarto, y a esperar. Y a rezar. «Sólo queda eso», aseguró él, que es una persona muy creyente.

Y la espera mereció la pena porque las dos series posteriores fueron más lentas que la suya. Es más, si hubiera participado en alguna de ellas, las habría ganado. Tuvo que ser con suspense, pero el atleta de origen cubano se metió en la final y peleará por todo. La marca que logró en las semifinales (13.23) la puede superar. Nada está descartado. En los Juegos de Río, en los que participó por primera vez defendiendo los colores de España, ya fue plata. Precisamente al ser año postolímpico todo es más complicado. Prepararse es como volver a empezar y las molestias no han abandonado el cuerpo de Orlando. Pero ya está ahí.

No le pudo seguir en los 110 vallas Yidiel Contreras. Ni en los 800 Kevin López y Álvaro de Arriba. Ni en los 400 Óscar Husillos. Pero las sensaciones fueron diferentes. López quedó último en su serie, muy encerrado, sin fuerzas en el último 200. De Arriba terminó satisfecho con su actuación y Husillos acabó con una sonrisa. En las semifinales de la vuelta entera al estadio logró la mejor marca de su vida, 45.16, y sigue poniendo cerco al mejor registro nacional de Cayetano Cornet, 44.96, logrado en 1989.