Euroliga

El Partizán se pone 2-0 tras un final de locos

Una monumental bronca a 1:40 de la conclusión y con el partido ya decidido en favor del Partizán (80-95) provocó que los árbitros decretaran su final. Los serbios fueron muy superiores al equipo de Chus Mateo, que está al borde de la eliminación

Punter y Musa, en plena pelea en el centro de la pista
Punter y Musa, en plena pelea en el centro de la pistaJuan Carlos HidalgoAgencia EFE

Restaban 1:40 para el final del partido y Llull soltó un puñetazo en el estómago a Kevin Punter. Estaban en el centro de la pista y pronto se sumaron el resto de jugadores. Yabusele hizo una llave de judo a Exum, Deck, Lessort, los banquillos, los entrenadores... Después de un cuarto de hora de deliberación, los árbitros decidieron que esos 1:40 no se disputasen y la Euroliga dio la victoria al Partizán. El Real Madrid viajará a Belgrado la próxima semana obligado a ganar dos partidos en el Stark Arena, la pista más ardiente de Europa y más que lo será después del desenlace del segundo partido. Tendrá 20.000 serbios enfrente y un equipo, el Partizán, que sabe muy bien a lo que juega. Todo lo contrario que los blancos. De ahí el 0-2 para los balcánicos en la eliminatoria. La baja de Tavares por molestias en la rodilla izquierda fue la puntilla para un equipo al que por ahora le han venido muy grandes Obradovic y sus chicos.

La postura más habitual de los jugadores del Real Madrid durante el segundo cuarto fue estar con los brazos en jarras. Como si buscaran una explicación al sindiós que fue el equipo durante demasiados minutos. Deck, Yabusele, Hezonja, Williams-Goss... todos preguntándose qué estaba pasando mientras el Partizán desaprovechaba un par de triples para abrir 16 puntos de diferencia y poner la soga en el cuello a los blancos. Y eso que el caos con el que comenzó el segundo cuarto derivó en un parcial de 7-0 para el Madrid. Era una manera engañosa de arreglar lo que se había visto desde el principio. Una reacción sin autoridad ninguna. Tavares no estaba entre los convocados y el Partizán vaya sí lo agradeció.

La primera canasta de los serbios fue una bandeja; la segunda, un triple de Punter, la tercera, otra bandeja... el 0-9 de salida era la prueba más palpable del coste de la vida sin Tavares. Chus Mateo recurrió a Poirier, pero su forzada reaparición no arregló el panorama. Más kilos, más centímetros... la misma falta de soluciones. El partido se movió al ritmo que se le antojó a Exum. El ex del Barça fue todo lo vertical que quiso. Sus penetraciones devolvían la mirada a Tavares sentado en el fondo del banquillo. Los once puntos del canadiense fueron un taladro en la defensa del Madrid. No fue el único que hizo daño. Obradovic tiró de Smailagic cuando el Madrid se acercaba y la crisis de los locales se agudizó. Hasta Deck, el tipo más fiable con diferencia, cometió errores arrastrado por el desastre que le rodeaba. Protestas constantes a los árbitros, Poirier subiendo la bola... al descanso la diferencia era escasa para las sensaciones de unos y otros (37-51).

Para escapar del desastre, Chus Mateo apostó por Sergio Rodríguez en la dirección del equipo. Entregó los mandos al Chacho, en blanco los dos primeros cuartos. Su conexión con Poirier, la intensidad atrás y una defensa zonal descolocaron por primera vez al Partizán (48-53). El rostro de Obradovic ya había adquirido el tono rojizo de los partidos de verdad. Fue la señal de alarma que necesitaban sus tiradores. Nunnally y Punter, con sus triples, sofocaron el primer amago del Madrid. Si algo tiene el Partizán es personalidad. A raudales. El Madrid insistió con la zona, añadió los triples de Rudy, pero los temblores de los serbios ante la defensa del Madrid ya no existían (62-75).

El Madrid necesitaba más. Y no lo hubo. El Partizán había tomado las medidas de la zona y el partido ya se movió en una única dirección: la que se le antojaba a Obradovic y sus chicos. La Final Four de Kaunas, vistos los dos primeros partidos, es un imposible para este Real Madrid. Y más con el desastre de final con tangana incluida.

80. Real Madrid (21+16+25+18): Williams-Goss (6), Musa (13), Deck (8), Yabusele (3) y Randolph (0) -quinteto titular- Llull (4), Poirier (12), Hezonja (16), Rudy (16), Hanga (0) y Rodríguez (2).

95. Partizán (31+20+25+20): Madar (4), Punter (14), Papapetrou (6), Leday (15) y Lessort (10) -quinteto titular- Exum (10), Nunnally (19), Avramovic (16), Smailagic (4) y Trifunovic (0).

Árbitros: Radovic (Cro), Latisevs (Let) y Rocha (Por). Eliminado Poirier. Técnica al banquillo del Real Madrid.

Incidencias: 10.500 espectadores en el WiZink Center. Segundo partido correspondiente a los cuartos de final de la Euroliga.

Cuartos de final:

A. Olympiacos, 1-Fenerbahçe, 0 (79-68; día 28, 20:30; día 3, 19:45; día 5, 19:45 y día 9, ¿?)

B. Mónaco, 1-Maccabi, 1 (67-79; 86-74; día 2, 20:05; día 4, 20:05 y día 9, ¿?)

C. Barcelona, 1-Zalgiris Kaunas, 0 (91-69; día 28, 20:00; día 3, 19:00; día 5, 19:00 y día 9, ¿?)

D. Real Madrid, 0-Partizán, 2 (87-89; 80-95; día 2, 20:30; día 4, 20:30 y día 9, ¿?)

Final Four Kaunas (19-21 mayo)

Semifinales: ganador A-B y ganador C-D.