Opinión

Taquicardia del Atlético en Navidad

Ante el Sevilla, el equipo de Simeone estuvo a punto de pegarse un tiro en el pie

El Metropolitano volvió a sentir taquicardias cuatro días después de lo del Getafe. Si en el derbi el máximo responsable fue Martínez Munuera, ante el Sevilla fue el propio equipo el que estuvo a punto de pegarse un tiro en el pie. Desde el inicio, los de Simeone fueron muy superiores a un Sevilla que hubiera firmado el empate en el segundo partido de Quique Sánchez Flores, ovacionado por una afición que no olvida sus años en el Calderón.

En la primera parte los rojiblancos recuperaban en campo contrario, no sufrían atrás, pero faltaba precisión en el último pase y ocasiones claras. El Cholo busco soluciones en el descanso y la encontró en Llorente, que adelanto a los colchoneros. El partido estaba donde querían los locales, pero Simeone decidió tirar por tierra la ambición que le invadió en el intermedio y quitó a Morata. El partido cambió. La sustitución del delantero llevo a Griezmann a jugar de referencia, dejando de tener contacto con la pelota y relajando a la defensa hispalense, que ya no se tenía que preocupar por alguien que buscase desmarques de ruptura a la espalda de los centrales. Crecieron los de Quique y fue retrocediendo el Atlético. Simeone sacó a Soyuncu para defender los centros laterales que estaban por venir, pero el turco, en una acción tan desmesurada como evidente, vio una roja que obligó al Atlético a jugar otra vez en inferioridad. El chaval, hundido moralmente, quiere demostrar más de lo que se puede en los pocos minutos que le da el técnico argentino y así le va. Victoria necesaria de los colchoneros que visitan Girona en su próxima salida, un partido que se antoja una final si no quieren dejar de pelear por el título con toda la segunda vuelta por jugarse.