Tenis

Garbiñe Muguruza sigue sin ganar un partido desde septiembre

No fue capaz de cerrar con su servicio el estreno en el Open de Australia ante Mertens y se plantea disputar torneos de inferior categoría. Cuando acabe Melbourne será la número 81 del mundo

Garbiñe Muguruza, en el pasado Abierto de Australia
Garbiñe Muguruza, en el pasado Abierto de AustraliaDita AlangkaraAgencia AP

En el Open de Australia tampoco. Garbiñe Muguruza lleva sin ganar un partido desde el 20 de septiembre y ante la belga Elise Mertens la historia volvió a repetirse. Un buen arranque, la opción de cerrar el partido con su servicio, oportunidad desaprovechada, desplome y derrota. Mertens, número 26 del mundo, se impuso por 3-6, 7-6 (7/3) y 6-1 en un choque de primera ronda marcado por los más de 30 grados en pista que se vivieron en Melbourne.

Desde hace más de un año, cuando levantó el título en las Finales WTA, Garbiñe ha dejado de ser la jugadora que se convirtió en número uno del mundo y ganó dos Grand Slams. En 2022 su mejor resultado fue la tercera ronda del Abierto de Estados Unidos allá por el mes de septiembre y la última victoria llegó precisamente el día 20 de ese más. Desde entonces no ha ganado ningún partido y en 2023 acumula un inquietante 0/3. De ahí su reflexión tras caer ante Mertens: “Tendré que hacer un calendario adecuado con mi ranking. Intentaré jugar los mejores torneos también, pero cuando no pueda miraré otros de menor categoría. Valoraré este tipo de torneos”. Y es que el día 30 cuando se actualice la clasificación de la WTA, Garbiñe ocupará el puesto 81 del ranking. El replanteamiento del calendario supondrá ver a la ex número uno del mundo en torneos WTA 500 y 250.

El partido fue un clásico en la trayectoria reciente de la pupila de Conchita Martínez. Un arranque convincente salvando varias bolas de break para apuntarse el primer set. Garbiñe, finalista en el Melbourne Park hace tres años, siguió dominando. Arrancó el segundo parcial con un break y dispuso de un 40-15 para situarse 2-0. No lo consumó. Fue la primera señal de alarma. Con los termómetros por encima de los 30 grados el partido se endureció, la española remontó un 4-2 en contra. Logró un nuevo break y dispuso de un servicio, con 6-5, para cerrar el partido. Tampoco lo logró y el tie-break fue el principio del fin. Los problemas físicos en el último set, los 48 errores no forzados y la dinámica de las últimos meses acabaron con Garbiñe.

“Creo que ha sido una mezcla de tensión y cansancio. Físicamente he notado un bajón y ella se ha venido arriba. La verdad es que me están costando jugar los momentos claves. Empiezo jugando bien y luego quizás no muestro el nivel más alto. Es necesario ser capaz de cerrar ese tipo de momentos con decisión”, detalló Garbiñe en su adiós a Melbourne.