Análisis

Alcaraz y el lado positivo de su sorprendente derrota en Roma tan pronto

Lo único anómalo del tropiezo del murciano fue, en el que fondo, que quien le venció fue el desconocido Marozsan que, por otro lado, lo mereció

Rome (Italy), 15/05/2023.- Fabian Marozsan (R) of Hungary is congratulated by Carlos Alcaraz of Spain after winning their men's singles third round match at the Italian Open tennis tournament in Rome, Italy, 15 May 2023. (Tenis, Hungría, Italia, España, Roma) EFE/EPA/ETTORE FERRARI
Alcaraz saluda a Marozsan y lo felicita después de que le derrotara en RomaETTORE FERRARIAgencia EFE

Hubo un momento en el que parecía el típico partido: el favorito resurge a tiempo y aprovecha los nervios del novato rival para dar la vuelta al marcador y llevarse la victoria. Pero no. Porque nada en Fabian Marozsan, el sorprendente húngaro, está siendo normal en el Masters 1.000 de Roma. El favorito indiscutible de esa tercera ronda era Alcaraz y ese momento descrito antes llegó en el segundo set, después del 6-3 del primero y de la rotura a favor del magiar. El español ya había salvado un 0-40 antes del break y justo después contestó con el contrabreak en la primera oportunidad que tuvo. Y gritó con furia mirando a Juan Carlos Ferrero: «Vamos, vamos». Podía ser el «ya está, ya lo tengo», que pensó él y que pensó la mayoría de aficionados al tenis.

Pero Marozsan ni se inmutó. Siguió a lo suyo hasta la victoria final por 6-3 y 7-6 (7/4), pero es que ahí tampoco se volvió loco: apenas una sonrisa, nada de tirarse al suelo o llevarse las manos a la cara por acabar de derrotar al número dos del mundo, número uno a partir del lunes y que llegaba con doce victorias seguidas, como si no hubiera sido algo extraordinario. Como si no se tratara del 135º en el ranking que estaba jugando su primer cuadro final del un torneo ATP, con sus 23 años. Habitual de los Challenger (tiene dos títulos en esta, digamos, Segunda División, ambos en tierra), había participado dos veces en la Copa Davis, con derrota. Y en las citas ATP no pasaba de las fases previas, hasta que lo hizo en Roma y ya en el cuadro definitivo pudo con Moutet, con Lehecka, el checo, una de las sorpresas de 2023; y dio la gran campanada contra Alcaraz, además sin discusión.

Le dominó en los intercambios, contestando a las piedras del español con más leña; jugueteó con él con las dejadas milimétricas como normalmente hace el murciano, le restó de maravilla y a los pies casi siempre y en el tie break pasó del 1-4 en contra al 7-4, especialmente con dos paralelos, uno de derecha y otro de revés, que dejaron a Carlos sin reacción. "Había veces que no sabía ni lo que estaba pasando ni por qué estaba fallando", admitió a Efe el murciano, que dio mérito a su rival y aseguró que si sigue con ese nivel va a seguir ganando partidos.

"He tenido mis oportunidades pero no he sabido leerlas, eso es lo que me ha jodido, me ha pasado factura", reconoció Alcaraz. Es lo único que se reprochó. Es normal que llegara un bajón después de conquistar de forma consecutiva el Godó y el Mutua Madrid Open y a las puertas de Roland Garros. Lo anómalo de la situación en el fondo es que le haya ganado un tenista desconocido. La aventura de Marozsan en el Foro Itálico continúa y la de Carlos va a tener un parón necesario. "Voy a descansar un poco. Realmente necesito algunos días para resetear mi mente un poco y para estar fresco para Roland Garros", explicó. "Por supuesto tendré que entrenar. Si quiero ir a París en buena forma tengo que entrenar y ser mejor. En estos meses no he podido entrenar más de tres o cuatro días seguidos. He estado jugando mucho. Va a ser muy útil para mí tener días en casa entrenando y preparándome para París", añadió como lectura positiva a perder tan temprano.

Número uno

Al segundo Grand Slam de la temporada, que se ha marcado como objetivo (el primero, el Open de Australia, se lo perdió por lesión), va a acudir como número uno del mundo, pues desde el próximo lunes recupera el trono, con independencia de lo que sea capaz de hacer Novak Djokovic en Roma. El año pasado el murciano ni estuvo en la capital italiana después de firmar el doblete español Barcelona-Madrid, pero esta vez el caramelo de ser número uno sólo con ir era demasiado goloso como para saltárselo.