Tenis

Alcaraz y Sinner, ligados a los Nadal, Federer, Djokovic, McEnroe, Becker...

El español y el italiano juegan hoy la final de Wimbledon. Sinner ha llegado de forma consecutiva a las cuatro finales de Grand Slam. Alcaraz ha ganado los cinco partidos de este tipo que ha disputado

Jannik Sinner of Italy and Novak Djorkovic of Serbia shake hands after the men's semifinal singles match at the Wimbledon Tennis Championships in London, Friday, July 11, 2025.(AP Photo/Joanna Chan)
Sinner saluda a Djokovic tras su partido de semifinales de WimbledonASSOCIATED PRESSAgencia AP

En la entrevista posterior a vencer a Djokovic en las semifinales de Wimbledon, a Jannik Sinner le recordaron que desde 1995 sólo cinco tenistas habían logrado jugar las finales de los cuatro Grand Slams: «Roger Federer, Rafa Nadal, Novak Djokovic, Andy Murray y ahora Jannik Sinner». Al entrevistador se le olvidó citar a André Agassi. Al italiano se le puso una cara significativa. Resopló. «Buena compañía», dijo el pelirrojo de San Cándido, con un risilla nerviosa. Lo que están logrando tanto él como Alcaraz los equipara a los más grandes del deporte de la raqueta, aunque es cierto que las comparaciones suelen ser odiosas, y si es entre épocas distintas, en ocasiones absurdas.

Sinner ha alcanzado el partido decisivo en los cuatro torneos más importantes de forma consecutiva, aunque en años distintos, desde el US Open 2024 hasta este Wimbledon. Sin fallo también lo consiguieron Federer (fueron diez, entre Wimbledon 2005 y el US Open 2007, sólo perdió las dos veces en Roland Garros contra Rafa), Djokovic (seis entre el Open de Australia 2015 y Roland Garros 2016, sólo sucumbió en la final de París en 2015 con Wawrinka; y las cuatro de 2021 [cayó en el US Open contra Medvedev] y de 2023 [cedió en Wimbledon ante Alcaraz]), Nadal (cinco entre Roland Garros 2011 y 2012, aunque sólo ganó esas dos de tierra), Agassi (entre Roland Garros 1999 y el Open de Australia 2000, cedió en Wimbledon) y Rod Laver, el único que ha conseguido el Grand Slam de verdad en la llamada «era Open», desde que se fusionaron los circuitos profesional y amateur y el tenis empezó a ser lo que es hoy. El australiano ganó los cuatro «Grandes» el mismo curso, en 1969, algo que nadie ha podido repetir en hombres, pero sí en mujeres: Margaret Court (1970) y Steffi Graf (1988). Es uno de los pocos récords que se le ha escapado a Djokovic, de momento, y ya parece difícil que lo logre; y esta temporada tampoco podrán alcanzarlo ni Sinner ni Alcaraz, pero son jóvenes para seguir buscándolo.

Tres Wimbledon seguidos

En el caso del español, todavía le falta la final del Open de Australia, donde los cuartos han sido su límite hasta ahora, pero sus logros sólo están a la altura de las leyendas. Si gana el tercer título en Wimbledon alcanzará a Boris Becker y John McEnroe, y por delante ya tendría sólo, siempre en la «era Open» y en el cuadro masculino, a Bjorn Borg (5), Sampras (7), Djokovic (7) y Federer (8). Tres éxitos de forma consecutiva, o más, en Londres sólo lo han logrado estos mismos cuatro jugadores.

Alcaraz, cinco de cinco en finales de Grand Slam

Carlos todavía no sabe lo que es ceder en una final de Grand Slam. «Es cuando se ve a los verdaderos campeones, que en esos momentos suelen sacar lo mejor de sí», suele decir el español. Ganó en el US Open de 2022 a Casper Ruud, para convertirse en el número uno más joven de la historia; a Djokovic en Wimbledon en 2023; a Zverev en Roland Garros en 2024; a Djokovic otra vez en el All England Club en 2024 y a Sinner en París en 2025. Tres de esos partidos se decidieron en el quinto set, uno en cuatro y sólo en La Catedral el año pasado Novak, con la rodilla recién operada, cedió en tres parciales corridos. Esa cifra sólo la supera Roger Federer, que levantó la copa las siete primeras veces que llegó al duelo decisivo en un «major». Alguna vez le tendrá que llegar a Alcaraz, pero quiere retrasarlo lo más posible.

El murciano se encontró con Sinner ayer en las instalaciones del club. Se saludaron con educación, pero, aunque se llevan muy bien, tampoco era el momento de entablar una larga conversación. La sesión preparatoria fue suave, con algo de foco en el segundo saque. Detalles antes de la gran batalla.