Open USA
El nuevo Djokovic
Superados dos años con problemas físicos y reordenado su orden de prioridades vitales, ha regresado el que fuera número uno del mundo. «Él y Rafa son los favoritos en Nueva York», dice Federer.
Superados dos años con problemas físicos y reordenado su orden de prioridades vitales, ha regresado el que fuera número uno del mundo. «Él y Rafa son los favoritos en Nueva York», dice Federer.
Es muy probable que el Djokovic anterior a este verano se hubiera despedido del Abierto de Estados Unidos en la primera ronda. Después de reclamar los servicios de un médico, pedir un cubo porque sentía que iba a vomitar y estar, como casi todos, asfixiado en la Arthur Ashe resucitó, liquidó al húngaro Fucsovics y alcanzó la segunda ronda.
El serbio ha vivido un calvario de dos años marcado por las molestias en el codo derecho, por la separación con su entrenador de toda la vida, Marian Vajda, y por la controvertida presencia en su entorno del gurú español Pepe Imaz. «El proceso de recuperación del codo me ha enseñado que no se debe tener prisa y hay que dejar que las cosas sigan su curso. Me he sentido como un niño que golpeaba la pared con la cabeza para intentar atravesarla, cuando a veces simplemente hay que esperar que se abra un resquicio», dice «Nole» ahora que vuelve a ser una amenaza para todos.
El reencuentro con Vajda fue el pasado abril, en el arranque de la temporada en tierra batida. Con su cuerpo técnico de siempre, los primeros síntomas de recuperación llegaron en la Caja Mágica, en Madrid, en París le frenó en cuartos el sorprendente Cecchinato y cuando parecía recaer –llegó a asegurar que no iba a competir en la hierba– volvió en Queen's y en Wimbledon, con su mejor versión, levantó su décimo tercer «Grand Slam». El triunfo en Cincinnati terminó de certificar la vuelta del ex número uno del mundo.
«Novak y Rafa son los máximos favoritos en Nueva York», declaró Federer antes del arranque del último «Major» de la temporada. Djokovic ha aterrizado en Flushing Meadows como número seis de la ATP –el tres en la clasificación de 2018– y como el único jugador de la historia que ha ganado los cuatro «Grandes» y al menos una vez todos los Masters 1.000. Federer no ha levantado el título en Montecarlo y Roma y no parece que vaya a hacerlo. Rafa no ha ganado nunca en Miami, después de cinco finales, ni en París-Berçy, poco más que un estorbo en su calendario. El balcánico los ha ganado todos en un monumento a la regularidad desde el mes de marzo hasta primeros de noviembre.
Los motivos de su crisis, al margen de los físicos, hay quien los achaca a la influencia de la particular filosofía de Pepe Imaz –«Amor y Paz»– y a que el tenis dejó de ser importante para él. «Después de Barcelona exigimos que los agentes externos dejaran de ser intrusos. No queríamos que jugara al tenis como si fuera filosofía, sino como una práctica. Él es, sobre todo, un jugador de tenis y debe saber cuál es su prioridad», llegó a afirmar Vajda, supuestamente, en un periódico eslovaco. «No quería que Novak estuviera influido por personas que no saben lo que es el tenis. El tenis no puede basarse en la filosofía, esto un deporte que se basa en un hombre contra otro hombre. Si él quiere ser un ejemplo, el camino solo se entiende a través de repeticiones de entrenamiento, partidos y una mentalidad fuerte. Cuando ves al oponente al otro lado, debes concentrarte en sacarlo de una buena posición, de saber dónde jugarle... no pensar en Buda», declaró Vajda, pero...
Djokovic ha negado que se haya alejado de Pepe Imaz y que haya cambiado de alimentación. Algunos medios aseguraron que su aspecto desmejorado, demasiado delgado y frágil, le habían llevado a dejar de ser vegano. Pues nada de eso. «Mi forma de alimentación es la misma que desde hace tres años y Pepe sigue siendo una persona cercana a mí, en la vida de mi hermano, mi familia y mi mujer» ha declarado «Nole» en el diario serbio «Sportklub».
Djokovic asegura que Marian Vajda jamás ha criticado la influencia que desde 2016 tiene Pepe Imaz en su vida y que el gurú español sigue siendo importante: «Hemos estado hace poco en Marbella con Pepe. Almorzamos juntos y tenemos una relación de lo más amistosa y normal». El caso es que Djokovic ha llegado a Nueva York con su mejor versión desde 2016. Llegó a caer al número 22 del mundo en mayo de esta temporada, pero desde entonces no ha dejado de crecer. Su tenis vuelve a ser el mismo que le convirtió en el gran dominador del circuito con 25 títulos –incluidos 6 «Grandes»– entre 2014 y 2016.
✕
Accede a tu cuenta para comentar