La lucha continúa

MADRID- La lista de los mejores jugadores del mundo se actualizó ayer con un resultado histórico para el tenis español, ya que dos tenistas nacionales ocupan tres de los puestos del podio por primera vez. Tercero es David Ferrer que, pese a que está atravesando una racha complicada, ha subido una posición por la lesión de Murray. El primero es otra semana más Rafa Nadal, y ya van 104 como líder. Y en medio de ellos está la amenaza: Novak Djokovic. Desde que el serbio cedió la corona no ha perdido un partido y ha conquistado dos torneos consecutivos (Pekín y Shanghái), lo que le mantiene en la pelea por acabar el año en lo más alto. Desde que accedió al primer puesto del cajón por tercera vez en su carrera, Rafa insistió en que el objetivo era conservar esa privilegiada posición al final de 2013. Tiene mucha ventaja, porque al estar lesionado a estas alturas del curso pasado no tiene puntos que defender, pero los últimos resultados de «Nole» le obligan a no relajarse.

Tras Shanghái, la ventaja del español, pese a su derrota en semifinales y a la victoria de Djokovic, se ha ido a los 400 puntos. Esta semana es de descanso para ambos, por lo que el lunes que viene no habrá novedades. La próxima también será de parón para Djokovic, mientras que Nadal disputará Basilea, por lo que ampliará la diferencia (45 puntos si llega a octavos, 90 cuartos, 180 semifinales, 300 final y 500 campeón).

Después (28 octubre-3 noviembre) está el Masters 1.000 de París, en el que los dos tenistas parten casi en igualdad de condiciones, ya que «Nole» sólo defiende 10 puntos de 2012. Una oportunidad para el serbio de recuperar el trono, aunque luego tendrá difícil retenerlo en la Copa Masters, que conquistó el año pasado ganando todos los partidos, por lo que defiende 1.500 puntos por los 0 del ausente Nadal. Djokovic puede sumar además en la final de la Copa Davis. Al acabar el año, puede alcanzar un máximo de 12.335. Nadal tiene ahora 11.520, por tanto necesitaría algo más de 800 de los 3.000 que le quedan por disputar para lograr el objetivo. La empresa no es muy complicada (tratándose de Rafa, claro), pero un despiste se puede pagar.