Garbiñe sube a la red

La tenista española impuso su mejor tenis en Wimbledon en la misma pista donde Rafael Nadal abandonó el torneo tras ceder en un épico quinto set (15-13) ante el luxemburgués Gilles Muller.

Mientras se jugaban los cuartos de final del cuadro masculino, Garbiñe fue a soltar un rato los músculos. No hacía calor precisamente en Londres, así que mallas largas y sudadera para mantener el contacto con la bola en el día de descanso previo a las semifinales. Un trayecto que ya conoce Muguruza, porque lo hizo hace dos años, y por donde transitó también Conchita Martínez hace más tiempo. La aragonesa es la única española que ha ganado Wimbledon (1994) y estos días es la persona que asesora a Garbi para que pueda unirse a ella en el palmarés del torneo londinense.

Desde su título de Roland Garros en 2016 ha habido más sufrimiento que alegría en la pista para la hispanovenezolana, por eso su sonrisa es el mejor termómetro para medir su estado de forma. Siente que ella controla el destino de los partidos y no le pesa llevar la iniciativa. Desdramatiza los errores y los malos momentos, mientras simplifica la forma en la que se aproxima mentalmente a los encuentros. Ella manda en el juego y, al hacerlo, aparecen más recursos que su poderoso tiro en su repertorio tenístico.

Le ha perdido el miedo a subir a la red y allí ha reinado en su trayectoria hasta las semifinales de este mediodía. Ha ganado más puntos en la red que todas las rivales que se ha cruzado estos últimos días en el All England Club y sólo Kuznetsova se libró de que Garbiñe le doblara en este apartado. Ocho puntos de 10 ganó en la red en el estreno ante Alexandrova seis de ocho frente a Wyckmayer, 11 de 14 con Cirstea y 34 de 52 ante Kerber. La alemana fue la que más al límite llevó a Muguruza y la respuesta no pudo ser mejor. Tiró fuerte con la derecha y el revés, subió con convicción y efectividad y nunca tembló con el saque. En tres de los cinco encuentros que ha disputado se ha ido al vestuario sin ceder un servicio y sólo Alexandrova y Kerber tienen el honor de haberle hecho «break».

No quedan fantasmas de aquellos días negros en los que ella misma se derrotaba con errores no forzados y fallos infantiles. Así se despidió a la primera de Eastbourne justo antes de Wimbledon, pero ella es jugadora de grandes escenarios, como demuestran su final aquí hace dos años y el título en París. Aquel trofeo le pesó al principio, pero ya se ha liberado.

Semifinales femeninas: G. Muguruza-M. Rybarikova (14:00); V. Williams-J. Konta (a continuación). Ambos, por Movistar+.