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Nadal recupera un rival

Rafa vence a Djokovic, que durante un buen rato recordó al jugador de antes. Si el español gana la final de Roma volverá al número uno

Rafa Nadal durante el partido contra Djokovic/Reuters
Rafa Nadal durante el partido contra Djokovic/Reuterslarazon

Rafa vence a Djokovic, que durante un buen rato recordó al jugador de antes. Si el español gana la final de Roma volverá al número uno.

El capítulo 51 de los Nadal-Djokovic, el partido más repetido en la historia del tenis, no era un duelo más. Por trayectoria reciente y sensaciones, nada que ver con la igualdad de 26 triunfos para el serbio por 24 del español en los 50 precedentes. Rafa era, esta vez, muy favorito, ya que «Nole» está en una espiral negativa después de haberse operado del codo y haber perdido parte de la motivación después del último reto, la conquista de Roland Garros en 2016. De ahí hasta aquí, en dos años, apenas tres títulos ha sumado el tenista de Belgrado: un Masters 1.000, en Canadá, justo después de París en 2016, y dos títulos más pequeños como Eastbourne y Doha en 2017. Dudas y parones por lesiones. Ningún parecido con el jugador que lo tenía todo: físico, cabeza, golpes... Ninguno con el antiguo gran enemigo de Nadal, con el hombre que se atrevía a oponer su revés contra la derecha liftada de Rafa en el juego cruzado. Pero ayer, en las semifinales de Roma, durante el primer set sobre todo, se intuyó algo en Djokovic. No suficiente para vencer a Nadal, que se impuso en dos sets, 7-6 (7/4) y 6-3, pero sí para pensar que puede volver a parecerse a sí mismo. Los detalles fueron los que decidieron un choque de duros intercambios, de recuperaciones imposibles, de golpes maestros entre dos jugadores con determinación.

El clímax fue el «tie break» del primer set. «El nivel de mi tenis fue alto, no tuve suerte en el desempate, un par de puntos pudieron ir de manera distinta», opinó Djokovic, que no negó que ayer ganó el mejor, pero... «Él supo jugar los golpes correctos en los momentos importantes, pero no creo que haya habido mucha diferencia. Es un proceso mental, necesitas jugar partidos para recuperar confianza contra los mejores. Nunca me enfrenté a esta situación, pensaba que no tardaría mucho en volver al máximo, pasó lo contrario, pero en los últimos tres meses nunca me he sentido mejor», continuó el serbio. «Es imposible estar siempre al máximo, especialmente cuando tienes lesiones, y él tuvo una larga. No tengo dudas de que, si quiere jugar, volverá al máximo, es demasiado bueno para no estar entre los mejores», opinó Nadal, que hoy (16:00) afronta ante Zverev, que pudo con Cilic (7-6 [15/13] y 7-5), la posibilidad de conquistar por octava vez Roma y, si lo hace, recuperar el número uno. No habría mejor inyección de moral para encarar la lucha por el undécimo Roland Garros.