Un paseo por Londres

Nadal se estrena en Wimbledon con una contundente victoria 51 semanas después de su último partido en hierba. Con dos triunfos más conservaría el número uno del mundo.

23 días después de su último partido oficial en la tierra batida de París y 51 semanas después de pisar la hierba de Wimbledon, el estreno de Nadal en el All England Tennis Club fue intachable. 6-3, 6-3 y 6-2 al israelí Sela en una hora y 50 minutos. Rafa apenas encontró resistencia en el número 127 del mundo y cumplió con el primer objetivo en Londres: gastar las menos energías posibles en partidos que son, en teoría, sencillos. Sela, de 33 años, apenas estuvo en pie los seis primeros juegos del partido. Con 3-3 en la primera manga, Nadal encadenó cinco juegos seguidos y encarriló su pase a segunda ronda con autoridad.

El desafío inicial de Rafa es vivir una primera semana tranquila en Londres. Eso equivaldría a alcanzar los octavos de final, la cuarta ronda, y de esa forma mantendría el número uno del mundo pasara lo que pasara con Federer. Una vez superada la primera semana será el momento de empezar a pensar en ganar por tercera vez en el mismo año en París y Londres (2008 y 2010).

Nadal ofreció buenas sensaciones. Este año, como el pasado, decidió no jugar nada antes de Wimbledon y la primera parte del plan ha salido bien. La preparación en la hierba de Mallorca y la exhibición de Hurlingham son avales suficientes para poder competir estas dos semanas. «Es especial jugar aquí en esta pista, y estoy feliz por ganar de esta manera. Hay tiempo para mejorar, pero es importante empezar así», aseguró Nadal. «Fui a la red y he tenido oportunidades con mi derecha. Por momentos mi servicio estuvo bien, en general ha estado bien porque además la primera ronda nunca es fácil en ninguna superficie, pero sobre todo aquí en hierba», analizó.

El partido de Rafa fue más que correcto. Se acercó bastante a la red y lo hizo con buen porcentaje (24/29), sólo cedió el saque en una ocasión y no titubeó en ningún momento. Ahora le espera el kazajo Kukushkin. El número 77 del mundo es un jugador de golpes planos y que le puede generar más dificultades.

La polémica del reloj

La fidelidad de Wimbledon a sus tradiciones –el arranque el lunes, el domingo de descanso, las fresas...– contrasta con las novedades que impulsan otros «Grandes». En el próximo Abierto de Estados Unidos la organización ha decidido incluir un reloj en pista para medir el tiempo que los jugadores se toman entre punto y punto. Los 25 segundos reglamentarios se medirán de manera rigurosa. Ya se utilizó el año pasado en la fase previa y apenas hubo quejas, pero ha habido jugadores que han lamentado su uso. El último ha sido el propio Rafa: «Tengo 32 años. No sé cuánto tiempo más seguiré jugando, pero no es algo que me moleste a nivel deportivo. Si quieres ver un juego sin pensar, bien hecho. Si quieres un tenis con táctica, donde tengas que pensar, con buenos intercambios... vas por mal camino. No puedo apoyar esto». Y siguió: «No creo que los mejores partidos de la historia de este deporte hayan ido rápidos. Todos esos encuentros han durado cuatro o cinco horas. Para poder jugar ese tipo de partidos, debes tener tiempo entre los puntos», afirmó. Otros como Coric han hablado de presión extra.