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Nadal

Nadal-Federer: el partido del siglo

Rafa, recuperado físicamente, busca su décimo quinto Grand Slam. «Se puede adaptar a cualquier tipo de partido», revela Carlos Moyá. El suizo, con 17 «Grandes», se ha confesado el fan «número uno» del español. Su cambio de raqueta, clave

Nadal y Federer tras la final de Australia de 2009 larazon

Rafa, recuperado físicamente, busca su décimo quinto Grand Slam. «Se puede adaptar a cualquier tipo de partido», revela Carlos Moyá. El suizo, con 17 «Grandes», se ha confesado el fan «número uno» del español. Su cambio de raqueta, clave.

El Nadal-Federer que decide el Abierto de Australia (09:30, Eurosport y DMAX) es mucho más que un partido de tenis. Es un homenaje a una de las mayores rivalidades en la historia del deporte mundial. Es un capítulo con el que nadie contaba hoy y con el que algunos soñaban antes del declive definitivo de los protagonistas. «Será especial para los dos», describe Rafa. Y lo es porque hace poco más de tres meses suspendieron una exhibición por problemas físicos. «Hace poco estábamos los dos sólo para jugar partidos de caridad», describía Federer. El suizo de 35 años sigue en activo porque su cuerpo se lo permite y porque sueña con elevar su plusmarca de 17 Grand Slams. Parecía amenazada por Djokovic y a esa amenaza se ha sumado de nuevo Nadal. Rafa se empeñó en volver a disfrutar del juego y en Melbourne lo ha conseguido hasta aspirar al que sería su décimo quinto «Grande».

El plan de Rafa

«Estoy convencido de que la final no va a tener nada que ver con los partidos que jugaban hace años, a menos que a Federer le falle la cabeza y le vengan los recuerdos de la racha en la que Nadal se convirtió en su pesadilla», dice Jordi Arrese. En la memoria está la inolvidable reacción del suizo en 2009 después del único título de Rafa en Australia: «Dios mío, esto me está matando». Volviendo a lo de hoy: «La semifinal con Dimitrov por el juego del búlgaro, por su desarrollo, por su duración... Ha sido el mejor entrenamiento posible para lo que se avecina. Rafa tiene que buscar el revés del suizo con derechas paralelas porque eso llevará a Roger a asumir más riesgos por obligación. Y cuantos más intercambios haya, mejor para Rafa. Federer no va a pasar más de tres bolas por encima de la red. Sabe que en los ‘‘rallis’’ largos no tiene nada que hacer», detalla Arrese. En la misma línea va Carlos Moyá: «Federer va a intentar acortar los puntos, pero lo bueno es que Rafa también puede jugar agresivo y adaptarse a un encuentro rápido o a uno que no vaya tan lanzado».

Sin dudas en lo físico

El propio Nadal, después de vencer a Dimitrov, descartó secuelas para la final. Es la mejor prueba de su excelencia física. Moyá lo ratificó ayer. «Ha descansado poquito, pero ha podido descansar. Obviamente te vas a dormir con la adrenalina y se habrá dormido tarde, pero históricamente eso no ha sido un hándicap para él. Ya ha tenido partidos más duros y con menos descansos y ha logrado jugar bien luego», comentó su íntimo amigo y técnico a Efe. Rafa peloteó sólo durante 45 minutos cuando las sesiones en el día previo a un partido normal son de dos horas, pero «está mejor de lo que esperaba», según el técnico. En lo físico hay unanimidad. «Confío en que Rafa se recupere bien. Va a tener unas 44 horas y eso es tiempo de sobra», dice Corretja. «Rafa está moviéndose muy bien, tiene chispa y ese nivelazo físico le permite dos cosas muy importantes: puede ser agresivo y ganar los puntos que sólo él es capaz de ganar», afirma Álex. Para los intereses de Nadal, Moyá tiene claro cómo debe ser la final: «Diría que un partido largo porque Rafa, un jugador que –no sólo entre los de ahora– tiene uno de los mejores físicos de la historia».

El nuevo Federer

«Roger es este año un jugador diferente gracias a su raqueta. Tiene menos peso –apenas 40 gramos de diferencia– y eso le ha permitido coger más efectos, coger más ángulos, dar más altura a la bola y moverla mejor porque le pesa menos... Eso le ha dado más armas de las que ya tenía. Lo que nadie esperaba es que le diese este resultado tan pronto, después de haber estado seis meses fuera», detalla Arrese. «Hay que tener en cuenta que muchas de las cosas que hace no las hace nadie más. Él juega de manera muy natural y eso antes no le funcionaba. Federer ‘‘aprendió’’ a jugar tácticamente cuando tuvo a Edberg como técnico. Jugaba muy espontáneo, muy anárquico y no se daba cuenta del potencial táctico que podía añadir a su juego. Ahora ‘‘sabe jugar’’ y sabe cómo destrozar el juego del rival», comenta el ex capitán de la Davis. Corretja dibuja el plan del suizo: «Va a intentar cortar todavía más el campo de lo que lo hizo Dimitrov. Restará muy dentro, presionará el segundo servicio de Rafa y buscará constantemente el saque-volea».