Fútbol
Un Barça a la carrera
Los azulgrana, que siguen siendo los que más pases dan en Liga y los segundos con más posesión en la Champions, han logrado a la contra algunos de los últimos goles decisivos
Los azulgrana, que siguen siendo los que más pases dan en Liga y los segundos con más posesión en la Champions, han logrado a la contra algunos de los últimos goles decisivos
Hace no tanto el contraataque era un arte que se miraba con recelo en el Barcelona. El ideario de juego de posesión de Cruyff se llevó al extremo con Guardiola, con excelentes resultados y un fútbol brillante. Se estampaba al rival contra su área y pase a pase se buscaba la manera de encontrar el camino del gol, aunque a veces quedaba desprotegido atrás y le cazaban en un ataque vertical. Entonces se oía aquello de «nos han ganado a la contra», dicho a veces de forma altiva. En lo referente a la primera parte, no ha cambiado tanto el juego del Barcelona. Sigue siendo el equipo que más pases da y el que más posesión tiene en la Liga y el segundo en la Liga de Campeones, pisando los talones, claro, al Bayern de Pep Guardiola. Si los alemanes tienen el balón de media el 67 por ciento del tiempo, los españoles lo poseen el 65 por ciento.
Pero en estos dos últimos años con Luis Enrique, algunos de los goles más importantes han llegado con carreras a la espalda de la defensa. «Somos de los mejores equipos jugando cerca del área contraria, pero tener recursos y dominar registros es muy importante en el fútbol moderno», dijo el entrenador azulgrana después de la victoria en el Emirates. En ese encuentro se vieron las dos alternativas del Barcelona: con balón y con espacios. En la primera parte dominó el esférico y le costó. «Pero esa labor de desgaste era fundamental para lo de después», piensa el preparador asturiano. En la segunda mitad aprovechó el campo libre para hacer la contra perfecta entre los tres miembros de su tridente y para que Messi pudiera batir por fin al portero Petr Cech, algo que se le había resistido en sus seis duelos anteriores. Fue una jugada que duró 14 segundos en la que participaron cinco jugadores: Piqué en el primer despeje, Iniesta en el segundo y después Neymar, Suárez, Neymar otra vez y Leo. «El contragolpe también nos gusta. Ya hemos conseguido varios goles así de rápido», aseguró el «10» a las televisiones. El Barça terminó el partido con el 65 por ciento de posesión, por el 35 de su rival...
No es el primer partido que los azulgrana rompen de esa manera en la era Luis Enrique. La última final de la Liga de Campeones fue también ejemplo de los registros que puede manejar el conjunto azulgrana. El 1-0 llegó en una jugada combinativa que resolvió Rakitic y el 2-1 y el 3-1, a la contra, cuando la Juve estaba más volcada. El clásico contra el Madrid del curso pasado, el que supuso la puntilla para ganar la Liga, lo resolvió Suárez en otra carrera. El Barça también tiene más fácil manejar ese recurso ahora porque cada vez más rivales se atreven a ir a apretarle arriba, lo que suele poner en dificultades al equipo catalán, pero también, si superan esa presión, les deja huecos en los que pueden aprovechar su calidad y velocidad. Para conseguir sacar el balón desde atrás, aparte de la importancia de Busquets y Piqué está la labor del portero. Ter Stegen, a quien parece correrle hielo por las venas, dio 36 pases en el partido contra el Arsenal para dar continuidad a las jugadas. Es el que menos envíos efectuó en su equipo, pero en el rival sólo Ramsey (52), Özil (42) y Bellerín (38) lo hicieron más.
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