Atlético de Madrid
Las finales europeas del Atlético de Madrid: un ejercicio de memoria
El Atlético ha perdido sus dos últimas finales europeas, pero en este torneo llegó el primer título de Simeone con los rojiblancos. Se trata de buscar en los recuerdos esta noche ante el Marsella.
El Atlético ha perdido sus dos últimas finales europeas, pero en este torneo llegó el primer título de Simeone con los rojiblancos. Se trata de buscar en los recuerdos esta noche ante el Marsella.
Cuatro años lleva el Atlético sin ganar un título. Desde que superó al Real Madrid en la Supercopa de España en 2014 no ha vuelto a levantar un trofeo. Y su paso por Europa se resume en dos finales de la Liga de Campeones perdidas contra su máximo rival. El equipo rojiblanco se ha mantenido fiel a su costumbre de alcanzar una final continental cada dos temporadas. Siempre en los años pares. En 2010 y en 2012 ganó la Liga Europa, la primera con Quique Sánchez Flores y la segunda ya con Simeone. Desde entonces el Cholo ha mantenido la inercia. Perdió la final de la Liga de Campeones en 2014 y 2016 y ahora regresa al punto de partida para disputar de nuevo la final de la Liga Europa.
El Atlético llegó de rebote, después de ser despedido de la Champions por no haber podido ganar ninguno de los dos partidos al Qarabag. Pero lo que se entendió como una frustración en el mes de diciembre –«la Liga Europa ahora mismo es una mierda», llegó a decir Gabi– se vive ahora como un acontecimiento ilusionante. Porque, además, el Atlético siempre estará agradecido a esta competición que le permitió volver a sentirse grande en Europa.
«La Liga Europa es la Liga Europa y la Champions es la Champions», asume Simeone, que no quiere hacer comparaciones entre los dos torneos. «Cuando nos tocó ganarla fue un paso importante, seguramente nos dio confianza, seguridad, crecimiento y sirvió para empezar a darnos cuenta de que se podía con un grupo que cinco o seis meses atrás era discutido», relata el Cholo. La Liga Europa de 2012 sirvió de impulso para el Atlético, que se convirtió en un habitual de las últimas rondas de la máxima competición continental. Por algo es el equipo con el segundo mejor coeficiente de la UEFA –el sistema que puntúa las participaciones continentales de los clubes durante los últimos cinco años– sólo por detrás del Real Madrid.
El Atlético tiene más experiencia en torneos continentales que el Marsella en los últimos años. En el siglo XXI el peso del Olympique, el único equipo francés que ha ganado la Liga de Campeones, ha sido prácticamente intrascendente. Pero con eso no basta para ganar. «La experiencia es un dato importante, pero no termina de ser totalmente influyente en el juego. Encontraremos un equipo con mucho desparpajo, una gran presión aprovechando el ritmo de sus tres mediapuntas. Trataremos de imponer nuestro juego con el correr de los minutos», dice Simeone. «Intentaremos transmitir tranquilidad, las emociones van creciendo, pero es un partido de fútbol. Para ganar hay que jugar bien. Las experiencias vividas te acercan a entender mejor lo que hay que hacer. Necesitamos ganar, pero el fútbol es un juego», añade el Cholo.
«Tienen mucha experiencia, tienen jugadores que han ganado finales. Nosotros tenemos jugadores con mucha experiencia y jugadores jóvenes que no están acostumbrados a este tipo de citas, pero lo importante es estar tranquilos, serenos y estar listos a las 20:45», responde el técnico marsellés, Rudi García. Y para combatir el estrés recurre al chocolate negro. «Al 70 por ciento», dice sonriente.
El Marsella es otro equipo que intenta rearmar su grandeza con Rudi García en el banquillo y Andoni Zubizarreta al frente como director deportivo. «Somos muy similares en bastantes pasajes de juego, más allá de que cada uno tenga su forma de jugar. Entre sus cualidades ofensivas incluyen la pelota parada. Pueden hacerlo a pierna cambiada, tienen laterales ofensivos y, en el medio, gente que lo hace muy bien, sobre todo el chico (Maxime) López. Payet pone el ritmo que impone la velocidad de sus pies. Su entrenador lo ha hecho muy bien en todos los sitios y planteará un partido intenso», afirma Simeone sobre su rival. «Será un bonito partido de fútbol, dos equipos parecidos, muy directos, con mucha intensidad, con mucha pelota parada. Ellos tienen menos años juntos, pero mucha ilusión. Será una linda final», insiste el Cholo.
Una final a la que el Atlético, según su entrenador, debe llegar «con humildad». «Aparecen muchos sentimientos, mucha emoción, pero sobre todo mucha humildad. Cuando uno llega a estas instancias necesita humildad, saber que tenemos un rival y que tendemos que minimizar su fortaleza ofensiva», comenta Simeone.
El Marsella apela también a la memoria. Se cumplen 25 años de su triunfo en la final de la Liga de Campeones contra el Milan de Capello con un gol de cabeza de Basile Boli. «Es todo un hito. Somos el Olympique de Marsella y tenemos una historia de amor con los torneos europeos que se remonta a los años 90, Queremos seguir la estela de nuestros ilustres predecesores», advierte el entrenador, Rudi García.
La final volverá a ser especial en los banquillos si el TAS no lo impide y concede la suspensión cautelar de la sanción a Simeone, que tendrá que sufrir desde las alturas en lugar de estar a pie de campo como acostumbra. «Lo hemos visto ya en el partido con el Arsenal en casa. Germán [Burgos] estuvo delante del equipo y más allá de la tristeza que me genera no poder estar en esta final me ampara la gran sensibilidad que tenemos. Germán y yo nos conocemos desde hace una vida, tenemos sentimientos similares», reconoce Simeone. «Llevamos siete años trabajando de una manera muy similar con la referencia del míster por encima de nosotros. Ha creado una manera de trabajar y a partir de ahí hemos crecido, hay jugadores que se han hecho grandes. Nuestra manera de trabajar se ha convertido en una referencia para muchos equipos de Europa y esperemos que dure mucho tiempo», admite el capitán, Gabi, que hoy echará de menos a su técnico en la banda. Tampoco agrada a Rudi García la idea de no tener al Cholo al lado. «Estoy un poco decepcionado. Me decepciona que Simeone no pueda estar en el banquillo. Desgraciadamente está suspendido y es desagradable verle privado de vivirlo desde el banquillo», reconoce. Aunque los goles los marcan los jugadores.