Valverde conquista la Ruta de Occitania

Alejandro Valverde es un ciclista que se mide fuera de los parámetros habituales. Con 39 años y después de una lesión que le impidió participar en el Giro ha regresado al máximo nivel en la Ruta de Occitania, que ha ganado por segunda vez en su carrera. La última etapa fue para Arnaud Demare al esprint, pero Alejandro vigilaba desde los primeros puestos para no tener ninguna sorpresa.

El trabajo ya lo llevaba hecho de las tres etapas anteriores. Ganó la primera para vestirse el maillot naranja de líder que ya no ha abandonado y contuvo en la etapa del sábado a los colombianos Urán y Sosa, que se marchaban con malas intenciones. Los cazó y, aunque no pudo arrebatar la victoria al joven Sosa sí pudo amarrar el liderato.

Los favoritos para el Tour prefieren el Dauphiné o la Vuelta a Suiza para prepararse para la carrera francesa. Alejandro, que no tenía el Tour en sus planes, ha preferido "calentar"en la antigua Ruta del Sur. Los planes del campeón del mundo de correr el Giro se vieron cortados de raíz por una caída en los entrenamientos para la Flecha Valona. Unas molestias en el hueso sacro le impidieron participar en la carrera rosa y desde entonces estaba inactivo en competición.

Su calendario cambió, pero sus piernas se adaptan con una facilidad que se empeña en discutir los 39 años que asegura que tiene. "Siempre es importante ganar. Son muchos años ya de profesional. 39 tengo ya. Si es que soy el más viejo de esta carrera", bromeaba después de cruzar la meta. "Me encuentro muy bien. Se nota que la preparación y el descanso han sido muy buenos en estos dos meses después de la lesión", reconoce.

Sus siguientes compromisos son los Campeonatos de España y el Tour, pero sus planes no cambian. "Mi objetivo es ayudar a Nairo y a Mikel y que hagamos juntos el mejor Tour posible", asume. "En ningún momento iré de líder. Mi labor será ayudarlos al cien por cien y disfrutar llevando el maillot arcoíris en el Tour".