Y Pau se hartó

Es marginal en la rotación de los Spurs. «Es decepcionante», dice. Le pueden cortar el 1 de marzo y podría fichar por otra franquicia.

En los últimos cinco partidos de los San Antonio Spurs Pau Gasol ha jugado un total de 12 minutos. Como si fuera Fernando Martín en los Blazers de la temporada 1986/87. La última noche en la que se ha quedado en blanco fue precisamente en la primera visita a su hermano Marc en Toronto. Ganaron los Raptors, 120-117.

Las últimas semanas de Pau están siendo una pesadilla. Después de desmentir que hubiera pedido el traspaso a la franquicia texana se ha encontrado con que Gregg Popovich no cuenta con él ni para los minutos de la basura. El último día para que cambie su futuro en lo que resta de temporada es el 1 de marzo. Es la fecha límite para que un equipo convierta a un jugador en agente libre y éste luego pueda firmar por otro equipo que dispute los «playoffs».

La vida a Pau Gasol le ha cambiado después de la fractura por estrés que sufrió en el pie izquierdo. Antes de lesionarse el 5 de noviembre rondaba los 20 minutos por partido y era un pieza importante en el engranaje «spur». Desde su reaparición antes de final de año, Pau es un jugador marginal. En Toronto no jugó por «decisión puramente técnica, ni más ni menos», según afirmó después del partido. «Es decepcionante porque soy un competidor y lo que quiero es jugar y aportar al equipo», comentó.

Los números hablan del Pau más intrascendente en sus 17 temporadas en la NBA. Nunca había bajado de los 20 minutos por partido (12:30 este año) y tampoco de los 10 puntos (4,4). Promedia 4,4 puntos, 4,7 rebotes y 1,9 asistencias. Y los Spurs están luchando por ser equipo de «playoff» en la Conferencia Oeste. ¿Su explicación? «Está cambiando mucho. Se está llevando un juego de muy pequeños y es difícil ver equipos con dos grandes en la pista. Eso limita mucho las opciones para los jugadores grandes», asegura.