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Telefónica se centra en Europa y Brasil, y se repliega en Latinoamérica

La operadora se rearma para anticiparse a la «explosión tecnológica». Priorizará las inversiones en sus mercados más rentables y prevé 2.000 millones de ingresos adicionales

El presidente ejecutivo del Grupo Telefónica, José María Álvarez-Pallete, interviene durante la rueda de prensa ofrecida por la empresa, tras la celebración del Consejo de Administración de la compañía. / Foto: Ruben mondelo
El presidente ejecutivo del Grupo Telefónica, José María Álvarez-Pallete, interviene durante la rueda de prensa ofrecida por la empresa, tras la celebración del Consejo de Administración de la compañía. / Foto: Ruben mondeloRuben mondeloLa Razón

«Hoy empieza una nueva época». Así comienza la carta que José María Álvarez-Pallete ha enviado a los clientes, accionistas y empleados de Telefónica para anunciar los cambios que la operadora tiene preparados para dar respuesta a la «Cuarta Revolución». Telefónica no quiere que le pille el toro en la «explosión» tecnológica que se está produciendo ya, precisamente porque la compañía cree que no se va a detener ahí y que «el modelo actual se agota» sin remedio. «Todo va a cambiar en los próximos años», dijo el presidente de la «teleco». En esa nueva era, Álvarez-Pallete explicó ayer que «los smartphones son sólo un aperitivo de lo que viene, en un mundo completamente digital»: realidad aumentada, 5G, robótica, ciberseguridad, etc. «Todos los días hay algún avance tecnológico que impacta en todos los ámbitos del día a día», dijo el presidente, que apostó por aprovechar esos cambios, pues «todo va a estar conectado, desde la ropa, a las gafas, coches, electrodomésticos... Va a ser una explosión de conexión. En este sentido, desde Telefónica avisan de que la gente va a exigir cada vez más velocidad y más capacidad. Su presidente adelantó que el tráfico va a multiplicarse por cuatro o por cinco en los próximos años.

Dentro de esa revolución que prepara la operadora, el consejo de administración aprobó varias medidas reorganizativas, entre las que destaca fundamentalmente el paso atrás que dará Telefónica en Latinoamérica, con la excepción de Brasil. La empresa priorizará las inversiones en este último país, que junto con España, Alemania y Reino Unido se consolidarán como los mercados clave del grupo, pues en suma generan el 80% de los ingresos. Telefónica recuerda que Latinoamérica ha sido fundamental para la empresa española en los últimos 30 años, siendo hasta hace pocos años su motor de crecimiento. «Sin embargo, las condiciones particulares en estos mercados han impactado en la evolución de nuestros negocios, mermando su contribución en los últimos años por distintos motivos (entorno macro y regulatorio, mayor presión competitiva, una escala insuficiente o la volatilidad de las divisas), a pesar de los enormes esfuerzos de los equipos locales, que siempre han mostrado un fuerte compromiso». Por este motivo, a partir de ahora las operaciones en esta región se gestionarán como una unidad autónoma. Es decir, se segrega el negocio de Latinoamérica del resto de la estructura de la multinacional. «Las operaciones se debilitan porque no somos capaces de crecer por encima de la inflación», explicó el máximo directivo de Telefónica.

Además de este repliegue en Latinoamérica y de la focalización en los mercados más rentables, la compañía anunció la creación de Telefónica Tech, que aglutinará los negocios digitales con alto potencial de crecimiento como la ciberseguridad, la nube, el llamado internet de las cosas y el «big data» (datos a gran escala). De hecho, en estas áreas ya se están logrando subidas de facturación por encima del 30% y esta unidad podría expandirse en el futuro si aparecen nuevas oportunidades de negocio. Con todos estos cambios, Telefónica prevé un incremento de 2.000 millones de euros en los ingresos en 2022. «Estamos creando valor a cinco o diez años vista», sentenció. «Si en el pasado la baja penetración de los servicios de voz y datos, especialmente en los países emergentes, aseguraba el crecimiento futuro, la madurez creciente de los mercados y la aparición de nuevos competidores sujetos a distintas reglas demanda aproximaciones estratégicas muy focalizadas», afirmó Álvarez-Pallete. El presidente de Telefónica aseguró que no existe una urgencia de cambiar, pero que sí sienten la necesidad de anticiparse y dar respuesta a un modelo que se agota y donde hay posibilidades, pues toda la transformación digital «pasa por nuestras redes y no cambiar sería desperdiciar oportunidades».