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Minsait confía en la Realidad Virtual para ganar en seguridad y eficiencia

La compañía de Indra analiza en un estudio el futuro de las tecnologías de Realidad Extendida y avanza las claves para implantar con éxito proyectos en las organizaciones

El mercado global de Realidad Extendida superará los 209.000 millones de dólares en 2020
El mercado global de Realidad Extendida superará los 209.000 millones de dólares en 2020larazon

Según estimaciones de la consultora Visual Capitalist, el mercado global de Realidad Extendida (término que engloba la Realidad Virtual, Aumentada y Mixta) superará los 209.000 millones de dólares en 2022, con un crecimiento anual de más del 800% desde 2018, impulsado por las aplicaciones dirigidas a diferentes industrias. Pese a ello, en su concepto más amplio, se trata de una tecnología aún emergente con un desarrollo que no es homogéneo.

«En el caso de la Realidad Virtual, la madurez y las expectativas están alineadas y cercanas, lo que facilita que la industria comprenda la tecnología y sus potenciales aportaciones con referencias ya claras, como los programas de formación. Sin embargo, este equilibrio no es tan cercano en los ámbitos de la Realidad Aumentada y Realidad Mixta, por lo que es habitual identificar casos de uso que la tecnología todavía no es capaz de proporcionar», explica Esther Rodríguez, gerente de Tecnologías Avanzadas en Minsait y responsable del estudio «La Realidad ya no tiene límites», que analiza el futuro de estas tecnologías.

Este alineamiento entre expectativas y madurez depende, en gran medida, de las prestaciones del hardware, es decir, de todos aquellos dispositivos empleados para percibir una recreación virtual o interactuar con estos entornos. «Más relacionados al principio con usos lúdicos (videojuegos, entretenimiento), los dispositivos se orientan cada vez más hacia usos profesionales donde paulatinamente se introducen en procesos formativos o como apoyo a operaciones, incluyendo entornos peligrosos», explica Esther Rodríguez.

A modo de conclusión final, el estudio de Minsait destaca que el precio será un factor clave para determinar y consolidar la popularidad de los dispositivos orientados al mercado doméstico, como móviles y «tablets», que ya tienen la capacidad de soportar aplicaciones de Realidad Extendida. Asimismo, afirma que esta tecnología impulsará la deslocalización a medida que se vaya afinando hacia la mejora operativa en todos los negocios y actividades en los que el trabajador necesite el apoyo de información contextual o cualquier tipo de refuerzo, incluidos el soporte y la cooperación a distancia.

Menos riesgos y errores

La más afianzada línea de formación, junto al soporte en los procesos de producción y el desarrollo de soluciones de impacto para mejorar el «engagement» y la satisfacción del usuario son los principales ámbitos en los que la Realidad Extendida puede aportar valor y mejorar la eficiencia, según el informe de Minsait.

En el primero de los casos, los escenarios peligrosos o logísticamente complejos se sustituyen por una recreación virtual para permitir a los operarios completar su formación evitando costes de desplazamiento y riesgos personales. Más allá de la instrucción profesional, esta tecnología ha demostrado su utilidad en otros ámbitos didácticos como, por ejemplo, en la superación del miedo a hablar en público recreando una audiencia virtual o en el perfeccionamiento de técnicas de entrenamiento de deportistas profesionales.

«Construir confianza y desarrollar la memoria a través de experiencias inmersivas para luego aplicar lo aprendido a acciones específicas en el mundo real constituye una de las aportaciones más poderosas de la Realidad Virtual», afirma Esther Rodríguez.

Por otro lado, el informe de Minsait destaca el potencial de la Realidad Aumentada para desarrollar aplicaciones que aportan información complementaria a la actividad principal en los procesos industriales. Son los casos, por ejemplo, de dispositivos móviles que muestran información adicional para realizar una reparación o programas para comprobar el funcionamiento de la versión final de un vehículo antes de iniciar el proceso de fabricación.

«La Realidad Aumentada es capaz de optimizar cualquier momento de la cadena de producción, aumentando la velocidad de ejecución y reduciendo el margen de error, lo que se traduce en importantes ahorros de costes», destaca Esther Rodríguez.

Por último, el informe recoge la capacidad de cualquiera de los tres formatos de la Realidad Extendida para mejorar la experiencia del usuario en ámbitos como las visitas turísticas o como soporte a las acciones comerciales mediante el desarrollo de modelos virtuales 3D de los productos.

«Una solución de impacto redunda en optimización de la experiencia de usuario, innovación en labores comerciales para mejorar la captación de clientes y mejora de la reputación de la empresa, asociada a tecnologías innovadoras», señala Esther Rodríguez.

Las claves del éxito

El estudio también avanza las claves para implantar con éxito un programa completo de Realidad Virtual tomando como referencia a VIVES, el proyecto desarrollado por Endesa con Minsait como socio estratégico y tecnológico. Se trata, además, de un ejemplo ilustrativo de cómo Minsait ha trasladado al mundo civil las ventajas de una tecnología que se ha consolidado como un referente de formación y entrenamiento en el mercado de Defensa y Seguridad de Indra.

Gracias a esta iniciativa, que se ha convertido en el curso mejor valorado por los empleados en los últimos cinco años, más de 700 profesionales del área de generación térmica del grupo energético se estén entrenando sin riesgo, con mayor motivación y de manera más eficiente en los trabajos de gestión de descargos (bloqueo físico de equipos).

«El proyecto partió de la necesidad de Endesa de implantar un nuevo protocolo de seguridad, LOTO, relativo a los procedimientos de señalización y bloqueos físicos en las centrales eléctricas, introduciendo un componente de innovación en la solución en línea con el objetivo de transformación de la cultura de formación de la compañía», explica Esther Rodríguez.

Para ello, ha sido necesario establecer una serie de pasos que abarcaron desde la evaluación tecnológica de los requerimientos y ajuste de los casos de uso, hasta la prueba de funcionalidades con usuarios finales. Entre ambos, se realizaron las labores de inspección «in situ» y toma de imágenes en los emplazamientos de las operaciones, la elaboración del guion del proyecto con detalle de objetivos, escenarios y procedimientos, así como el desarrollo técnico para fusionar la lógica de procesos con el componente visual y la producción a partir de un producto mínimamente viable que incorporase funcionalidades avanzadas.

En opinión de Esther Rodríguez, un importante factor de éxito del proyecto ha sido la alineación entre el concepto, el piloto y la implementación gradual con productos, personas y procesos para evitar situaciones como la resistencia o la incapacidad de la solución para resolver problemas operativos reales.

“Como sucede al incorporar cualquier otro proceso innovador en las dinámicas de una organización, las fricciones en estas áreas clave pueden provocar que el proyecto se estanque en la fase inicial, por lo que es necesario seguir una secuencia metódica que abarque sucesivamente la prueba de concepto, el proyecto piloto y la implementación gradual, siempre teniendo en cuenta las particularidades de cada organización y los hitos a completar en cada fase”.