Inversiones
La deuda pública en manos extranjeras bate récords
Alcanza los 477.658 millones hasta ahora El Estado ha pagado 24.000 millones en intereses pese al coste financiero en mínimos
En un año en el que se han celebrado dos elecciones generales –28 de abril y 10 de noviembre–, en el que se mantienen prorrogados los Presupuestos desde 2017, en el que la interinidad del Gobierno impide tomar decisiones de calado y en el que el temor a un futuro Gobierno con Podemos, con el apoyo de los independentistas catalanes de ERC, tiene en vilo a empresarios e inversores, no parece haber retraído lo más mínimo el mercado de renta fija, ya que la deuda pública española en manos de inversores extranjeros ha vuelto a marcar máximos históricos.
Según los datos del Tesoro Público recogidos por Efe, la inversión exterior mantiene durante los últimos doce meses una tendencia creciente a la compra de deuda española. Únicamente se produjo una contracción de 4.000 millones el pasado mes de junio, pero el resto ha sumado siempre en positivo, hasta alcanzar una cifra total de 477.658 millones de euros hasta septiembre, el último mes del que se tienen datos oficiales. De este modo, casi la mitad de la cartera pública, el 48,08% del total de la deuda española, se mantiene en manos de inversores foráneos, lo que significa un crecimiento de casi un 11% respecto al mismo mes de 2018, y un nuevo récord histórico, no en términos porcentuales, pero sí en volumen de inversión.
Aún así, 2019 cerrará con la segunda mejor marca de la historia del Tesoro, a la altura del 48,5% de flujo inversor alcanzado en 2006, y que sigue sin ser batida. Desde 2012, que terminó con 223.741 millones de euros invertidos desde más allá de nuestras fronteras, el volumen inversor ha evolucionado anualmente al alza sin interrupción, hasta culminar el presente ejercicio con una cifra récord –los citados 477.658 millones de euros–, más del doble de la inversión de hace siete años, que marca una diferencia de 253.917 millones.
El Tesoro no identifica el nombre de los inversores, aunque al menos sí se conoce su origen. Alemania, Austria, Suiza, Francia, Italia y Reino Unido son los países europeos con el mayor volumen de capital invertido. También muestra la estadística que junto a los fondos y los inversores privados, los bancos centrales son los grandes tenedores de deuda nacional, con más del 21% del total, mientras que los bancos nacionales poseen cerca del 15% y las aseguradoras, un 9,5%. El creciente interés por la oferta española puede entenderse porque la rentabilidad de los bonos alemanes sigue en negativo (-0,251 %), mientras que la deuda española –un país considerado seguro y fiable– tiene una rentabilidad media por encima del 1,8%. También empieza a ser reseñable la participación en nuestros mercados de los grandes inversores asiáticos, que han aumentado su presencia exponencialmente durante el último lustro.
La otra buena noticia para España es que gracias a la política monetaria expansiva del Banco Central Europeo el coste de financiación de la Administración cerrará el presente ejercicio en uno de sus mínimos históricos, en el 0,23%, con un coste en pago de intereses de 24.000 millones de euros, lo que permitirá ahorrar a las arcas del Estado sobre la factura prevista una cifra superior a los 2.300 millones.
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