Tu economia
¿Cómo lograr la libertad financiera?
En la mayoría de las ocasiones, no sabemos cómo administrar nuestro dinero porque no tenemos los conocimientos suficientes
En nuestra sociedad el dinero tiene un papel fundamental. Casi cualquier cosa que queramos hacer en nuestro día a día implica un gasto, tiene un precio: ir de vacaciones, comprar un coche, el colegio de nuestros hijos, cuidar de nuestra salud, estudiar… Por esta razón, el verdadero obstáculo entre la independencia financiera y tú no es lo que no sabes, sino lo que crees que sabes.
Partiendo de la base de que en el colegio no nos enseñan educación financiera, nuestra formación se estructura en dos fases: la que consiste en aprender a leer, escribir y hacer las cuentas, y la profesional, donde aprendemos los principios del trabajo que hemos elegido o al que nos han orientado nuestros padres, familiares o profesores…En definitiva, no tenemos formación sobre cómo llegar a ser libres desde el punto de vista financiero.
En España, este hecho lo evidencia el informe PISA 2015. Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos sobre competencia financiera, que pone de relieve que los estudiantes españoles se encuentran por debajo de la media en materia financiera en comparación con estudiantes de otros países. Incluso pone de manifiesto la necesidad de mejorar su rendimiento en exámenes de competencia financiera.
En la mayoría de las ocasiones, no sabemos cómo administrar nuestro dinero porque no tenemos los conocimientos suficientes para llevar a cabo este objetivo. No sabemos cómo gestionarlo y sacarle rendimiento, por este motivo vivimos anclados a un trabajo que nos proporciona un sueldo único y que, por tanto, nos limita la libertad. Necesitamos enfocarnos en la «libertad financiera», vivir de ingresos pasivos y hacer con nuestro tiempo lo que más anhelemos.
Para la gran mayoría, lo más importante es disponer de tiempo libre. Por ello, tener la capacidad de decidir qué hacer con él en cada momento produce una sensación de bienestar sin parangón. Pero, para poder alcanzar la deseada libertad financiera, debemos aprender a gestionar adecuadamente tanto nuestras finanzas personales como las de nuestra empresa, que obtendremos gracias a la educación financiera.
En primer lugar, lo que tenemos que hacer es modificar el enfoque psicológico que le estamos dando a nuestra vida. Para ello, es necesario cultivar una mentalidad adecuada para que las acciones que llevemos a cabo tengan el máximo rendimiento posible. Identificar los objetivos y establecer un plan de acción para alcanzarlos es fundamental. También es crucial dar un giro radical a nuestra vida, aunque al principio nos de vértigo es necesario, ya que está en juego nuestro dinero. En mis años como «coach2 financiero, he oído todo tipo de frases: «no es posible»; «si fuera tan fácil lo haría todo el mundo», … En realidad, uno no debería simplemente soñar con volverse rico, sino que lo importante es hacer todo lo posible para mejorar, aprender y desarrollarnos como individuos. Aun así, existen tres motivos principales por los que alguien quiere hacerse rico: cambiar el estilo de vida (querer una casa más grande, un coche nuevo o disponer de más tiempo para la familia); contribuir a construir un mundo mejor (ayudar a personas en dificultades, crear una fundación…) o transformarse en una mejor persona (para ser más fuerte mental y emocionalmente).
Desde luego, sin preparación psicológica no llegaremos a ningún lado. La libertad financiera demanda preparación mental, ya que un 80% de tu éxito depende de tu mente y tan solo un 20% de tu aprendizaje práctico. Además, es indispensable que inviertas tiempo y esfuerzo en formarte. Elige en qué disciplina te quieres centrar y ponte en marcha tomando siempre como referencia a los mejores. Por último, establece un plan detallado sobre qué ingresos automáticos quieres conseguir.
¿Qué son los ingresos pasivos o automáticos? Son lo opuesto a los ingresos que obtenemos del puesto de trabajo, en los que intercambias tiempo por dinero y recibes un salario mensual por trabajar 8 horas al día, 40 horas a la semana, algo más de 1.700 horas al año.
¿A cuánto ascienden tus gastos mensuales para llevar un nivel de vida que consideres aceptable? Calcúlalo y piensa qué ingresos pasivos pueden cubrir esa cantidad para que puedas separar la producción de dinero de tu tiempo. Establece y/o recurre a como mínimo tres tipos de ingresos automáticos de entre los siguientes:
Trading: puede que el mundo de la inversión te asuste,pero, una vez adquiridos los conocimientos básicos y las habilidades esenciales, puedes ganar grandes cantidades de dinero dedicándole no más de 30 minutos al día. Las inversiones más favorables suelen ser Forex, Commodities, Opciones y/o Criptomonedas.
Inversiones inmobiliarias: un inmueble siempre es un inmueble por lo que comprar una vivienda para revenderá o alquilarla es una inversión fácil, segura y con muy bajo riesgo. Por este motivo, se ha convertido en la inversión preferida por el 80% de los ricos. A través de la inversión en inmuebles, podrás crear o aumentar tu capital rápidamente con un rendimiento superior al 30%.
Emprendimiento: Si siempre has querido montar tu negocio y desarrollar un proyecto o idea, no lo dudes, adelante. Este tipo de inversión es la más gratificante porque se tratará de algo que tú mismo has creado. No es fácil porque la incertidumbre y el riesgo son más elevados, pero tu contribución al desarrollo de la sociedad en todos los sentidos puede convertirse en algo mucho mejor que una inversión rentable.
Royalties: si eres el titular de los derechos de autor de obras de arte, de software u otros, puedes explotarlos y obtener una nueva fuente de ingresos automáticos.
Vamos a poner un ejemplo sencillo, si vives en una gran ciudad donde los precios de los alquileres son elevados y te sobra una de las habitaciones de tu casa, ¿has pensado en alquilarla? Cada mes podrías ganar entre 300 o 500 euros adicionales sin dedicarle a penas tiempo. O, por ejemplo, alquilar una plaza de garaje en el caso que dispongas de ella, en definitiva, encontrar esos ingresos extras que a todos nos vienen bien a final de mes. De esta manera, empezarás a sacarle rendimiento a algo que no estabas utilizando anteriormente.
Elijas la opción que elijas como vía para conseguir la libertad financiera, piensa bien y dedícale el tiempo que haga falta, sobre todo a dos aspectos importantes: en primer lugar, la planificación; en segundo lugar y, no por ello menos importante, la formación.
Piensa dónde estás y a dónde quieres llegar. Para lograrlo, lo que tienes que hacer es llevar un recuento de tu patrimonio actual y a partir de aquí establecer la cantidad mínima con la que vas a poder vivir de una manera asequible para cumplir con tus estándares.
De esta manera, deberás tener una cosa clara, para poder dejar de trabajar o llevar un estilo de vida con las más amplias comodidades, los ingresos tendrán que ser siempre superiores a los gastos mensuales que vayas realizando. De lo contrario, seguirás vinculado a la dinámica tiempo/producción de dinero lo que te llevará a alejarte de invertir tu tiempo en lo que realmente te hace feliz. Establecer tres o cuatro ingresos pasivos que igualen o superen tus gastos mensuales te permitirá sin duda vivir de forma desahogada y dejar de depender de un solo pagador: tu jefe.
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