ERTEs y EREs “low cost” para pymes por 290 euros

La flexibilización de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) decretada por el Gobierno permite agilizar su gestión, tanto por causa mayor, como por causas objetivas -económicas, técnicas, organizativas y de producción-. Para evitar cometer errores, las empresas siempre tienen la opción de recurrir a un despacho de abogados que les asesore y les tramite el papeleo. El precio suele ser un inconveniente para decantarse por esta opción, sobre todo ahora, cuando las pérdidas por el coronavirus se cuentan por millones. En este contexto, surge EREdirect.es, una nueva marca especializada en gestionar los EREs y ERTEs por el coronavirus. La iniciativa está dirigida a empresas de todos los tamaños y sectores, a un precio asequible y solidario, y completamente online y sin desplazamientos.

Este despacho de abogados “low cost” cuenta con una gestión 100% telefónica, online y de urgencia. Como señala su página web, EREdirect.es ya ha gestionado más de 1.050 casos y cuenta con más de 20 profesionales especializados en el sector jurídico-laboral. Esta medida es de carácter urgente, sobre todo para las pymes, al no disponer “working capital” o musculo financiero para hacer frente a los costes fijos como salarios y alquileres, entre otros. Por ese motivo, el despacho con sede en Barcelona ofrece un servicio de tramitación online con asesoramiento telefónico a partir de 290 euros. El precio habitual de este servicio varía en función del tipo de procedimiento, advierte Cano Asín Abogados. Aunque señalan que es difícil establecer una horquilla, en el caso de un ERTE por causa de fuerza mayor el coste mínimo rondaría los 2.000 euros, mientras que el de una empresa de gran envergadura que se acoja a causas objetivas podría ascender hasta los 30.000 euros.

El impacto económico es la principal motivación para tramitar un ERTE según el despacho de abogados EREdirect.es. "Las empresas que ponen en marcha un ERTE lo hacen para superar la coyuntura”, ya que con ello les debería ser suficiente para evitar buena parte de los daños causados por el coronavirus, explica Carlos Pavón, socio director de Gaula Abogados. “Los ERTEs por causa mayor ya existían hasta día de hoy y había que comunicarlos a la Autoridad Laboral para justificar el motivo”, señala Pavón. “Su plazo de gestión era de 7 días”, un periodo que tras las publicación de las medidas extraordinarias en relación al Covid-19 queda reducido a 5 días, señala Cano Asín Abogados. Pese a la agilización de los plazos, se mantiene la obligación de presentar la memoria explicativa, en la que el negocio tendrá que razonar por qué se ha visto afectado por el coronavirus y aportar la documentación que lo justifica. En el caso de los ERTEs por causas objetivas, se acelerarán los plazos previstos de entre 30 y 15 días a 12, como máximo, aligerando el proceso de negociación entre las partes afectadas.

Documentación necesaria

La documentación básica requerida se mantiene. Será necesaria una copia de la comunicación del inicio del periodo de consultas a trabajadores o representación legal o comisión negociadora. En caso de tener Representación Legal de los Trabajadores, copia de la solicitud a dichos representantes del informe preceptivo sobre las medidas a adoptar. También se solicitará la memoria explicativa y la relación nominal de trabajadores. En caso de no suspender a todos los trabajadores, se precisa la concreción de los criterios que ha tenido en cuenta la empresa para su selección. Así como el acta de la atribución de la representación a la comisión negociadora y un informe técnico oportuno acreditativo de las causas. Lo razonable, según EREdirect.es, es establecer un periodo más amplio que los 15 días de estado de alarma para que el empleador tenga un poco más de margen en caso de que la situación se prolongue. Si finalmente esta contingencia se resuelve antes, el empresario puede pedir a los empleados que se reincorporen antes del plazo máximo que se establece en el ERTE.

Las consultas y las dudas no paran de llegar al despacho de Gaula Abogados. Actualmente se están dando casos muy complicados, como los de empresas que iban a llevar a cabo un ERE y a la vez están teniendo que poner en marcha un ERTE por la paralización temporal de sus actividad, cuenta Carlos Pavón. Por este motivo, aunque recurrir a un despacho de abogados nunca ha sido una obligación para gestionar estos expedientes, “siempre es mejor estar bien asesorados para evitar cometer errores, ya que los modelos prediseñados pueden fallar”, concluye.