Los camioneros exigen al Gobierno que baje por ley el precio de los carburantes

Pese a la espectacular caída del precio del petróleo durante desde el estallido de esta crisis en China, casi un 60%, el precio final de la gasolina y el gasóleo en España se ha reducido en menos de un 12% y un 13% respectivamente, “perjudicando principalmente la labor tan esencial que está desarrollando durante la crisis el sector del transporte por carretera”. Esa es la denuncia que han lanzado las patronales del transporte de mercancías por carretera, Fenadismer y CETM, que han exigido al Gobierno que intervenga el precio de los carburantes durante el estado de alarma al considerar que se está especulando con su precio y que no se está repercutiendo el descenso del precio del petróleo en los mercados internacionales.

Según datos recogidos por Fenadismer en un comunicado, en las últimas semanas se están alcanzado niveles mínimos en la cotización de los carburantes, similares a los de hace dos décadas. Así, el precio del barril de Brent se ha hundido desde que se inició la crisis del coronavirus casi un 60%, pasando de una cotización media de 65 dólares a mediados de diciembre, a tan sólo 27 dólares en la primera semana de abril. Por tanto, critican que, “como ya sucedió en 2008”, lejos de reducir sus márgenes de comercialización en los carburantes que suministraban en sus estaciones de servicio, “las petroleras los aumentaron espectacularmente, lo que motivó que fueran sancionadas en su día por la Comisión Nacional de la Competencia. Y parece que ahora su actuación va dirigida en la misma dirección”.

Fenadismer pide al Gobierno restablecer, “con carácter urgente y excepcional”, el sistema de fijación de precios máximos de la gasolina y el gasóleo que estuvo vigente en España hasta el año 1998 para “controlar una actuación insolidaria y abusiva por parte de las principales petroleras”. Además, indica que el sector de transporte de mercancías por carretera es el principal afectado por esta congelación de precios finales en gasolineras, dado que continúan trabajando para “garantizar el abastecimiento de bienes y productos esenciales, así como al resto de actividades económicas que permanecen activas”. Según recuerda, mientras que el tráfico de los vehículos particulares se ha reducido un 90%, la flota de camiones sigue circulando en torno al 70% de la flota habitual.

Por su parte, la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) ha reclamado a las petroleras que “en una de las situaciones más difíciles de nuestra historia, se esforzaran al máximo en ajustar a la baja el precio del combustible, respetando la tendencia del mercado, facilitando así el trabajo de nuestras empresas, que se están sacrificando más que nunca para contribuir a la normalidad que en estos momentos tanto demanda la sociedad". Entiende la confederación de transportistas que la bajada del precio del barril debería provocar una caída de “proporciones similares en los precios que pagan los consumidores, pero, misterios del mercado, la bajada del precio en surtidor nunca es tan automática o inmediata como lo son sus subidas, algo que siempre hemos entendido como una anomalía injustificable”, explicaron en un comunicado.

El ministro de Transportes, José Luis Ábalos, en la rueda de prensa tras la reunión de presidentes autonómicos no quiso tomar posición alguna respecto a una posible intervención gubernamental sobre el precio de los carburantes, y se limitó a apuntar lo “enrarecido” que se encuentra este mercado en las últimas semanas y a trasladar cualquier responsabilidad en esta cuestión a la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. “Es la que tiene competencias en este ámbito y se le trasladará esta petición”, zanjó.