Coronavirus

La formación online, una píldora contra la desazón e incertidumbre del confinamiento

El sistema mensual de Schiller International University convierte el parón en una oportunidad para empezar nuevos estudios y salir de la cuarentena con un currículum mejorado

Campus de Schiller ubicado en Madrid
Campus de Schiller ubicado en MadridLa Razón

Casi un mes después de que se declarase el estado de alarma, la formación online se ha proclamado como la mejor alternativa para aprovechar el tiempo de confinamiento. No solo los centros educativos, obligados a cerrar por la crisis sanitaria, han optado por esta vía para conservar la formación. El parón ha impactado directamente en el empleo de una gran parte de la población que ha sufrido suspensiones, reducciones de jornadas y, en el peor de los casos, despidos. Otros tenían en su calendario marcada la fecha para comenzar unos estudios que llevaban tiempo planificando. El escenario hostil que ha provocado el Covid-19 se ha reconvertido en una oportunidad hacer todo aquello que el acelerado ritmo de vida nos impedía. Adquirir nuevas habilidades y reforzar las actuales son unas de las principales motivaciones para aprovechar el tiempo de encierro.

Los cursos y carreras online han ganado seguimiento entre todo tipo de público gracias a su flexibilidad de horarios y al escaso material que requieren, tan solo un ordenador y conexión a internet. La universidad americana Schiller International University (SIU) no perdió ni un segundo en adaptar su oferta al nuevo contexto para que todos sus alumnos actuales y los recién llegados puedan salir de la cuarentena con un currículum mejorado. En la actualidad, cuenta con tres campus en Europa (Madrid, París y Heidelberg) y uno en Estados Unidos (Florida) donde los estudiantes pueden cursar diferentes grados y posgrados en el mundo de la economía y los negocios, las relaciones internacionales y el turismo. Con el inglés como idioma común, más de treinta nacionalidades comparten clases en el campus de Madrid. Precisamente, su plataforma tecnológica ya habilitada para impartir clases online es la que ha permitido que los alumnos internacionales regresen a casa y continúen su formación con normalidad, y que otros puedan empezar sus estudios sin importar las limitaciones del confinamiento. “Los alumnos de distintas culturas que conviven en nuestras aulas reproducen un gen muy especial, que es el de la flexibilidad, la tolerancia, la apertura, lo que les va a ayudar sin duda a estudiar y trabajar en entornos muy diferentes”, explica Manuel Alonso Puig, presidente de Schiller International University.

Sin retrasos en la docencia, ni ninguna clase ni examen perdido. Las nuevas tecnologías permiten continuar con la normalidad educativa en un contexto no tan usual. “Contamos con una plataforma tecnológica perfectamente habilitada para poder dar clases en tiempo real e interactuar entre alumnos y profesor con herramientas compartidas como si estuvieran todos juntos en el campus de Madrid”, explica su presidente. “En Schiller International University ya teníamos mucha experiencia en este campo al contar con nuestra universidad online. Es una opción que siempre ha existido, además de las clases presenciales. De hecho, ya que estamos de lleno metidos en el mundo virtual, vamos a retransmitir en ‘streaming’ para los alumnos de nuestros cuatro campus las conferencias de nuestros ponentes invitados en los distintos países”, añade Manuel Alonso Puig.

Inicios de curso a la carta

Uno de las ofertas características de Schiller es su sistema mensual que da la posibilidad de empezar los estudios en cualquier mes del año. Este herramienta resulta aún más conveniente en el contexto actual, ya que “permite que cada alumno paute su propio ritmo de aprendizaje, de este modo no es necesario empezar el curso académico en septiembre, como sí ocurre en el resto de las universidades tradicionales. En abril y mayo, de hecho, van a comenzar su carrera nuevos alumnos en el campus de Madrid. Creemos que es una buena idea que comiencen la universidad en estos momentos difíciles e inciertos o hagan un postgrado que han podido ir posponiendo”, señala su presidente.

El “Monthly System” no se rige por los tradicionales cuatrimestres o trimestres. Este innovador sistema de estudios centra los esfuerzos de los alumnos en una asignatura mensual que se imparte de forma intensiva. Tras acabar con una, podrá matricularse en otra asignatura que desee cursar, pudiendo comenzar sus estudios incluso en los meses de verano. Manuel Alonso Puig explica que “de esta manera, tomando un cuatrimestre, por ejemplo, los estudiantes estudian cuatro asignaturas (12 créditos) de forma intensiva, una por mes. Al final de los cuatro meses, los estudiantes pueden inscribirse en otro curso de otros cuatro meses o tomar un descanso y registrarse para el periodo de sesiones posterior, y así sucesivamente. Los estudiantes deciden su propio ritmo de estudio”. Pero la principal ventaja de Schiller es su diversidad cultural. “Juntar en un espacio común que fomenta el pensamiento y el espíritu crítico a gente de mentalidad diversa y procedentes de culturas diversas es muy enriquecedor y, yo diría, que mágico”, comparte Manuel Alonso Puig. “Hace que los universitarios de Schiller sean perfiles muy resolutivos y proactivos en cualquier entorno, profesionales habituados a traspasar su zona de confort y asumir el liderazgo”, concluye el presidente de SIU.