La UE corrige a Hacienda y eleva el déficit de 2019 en 2.300 millones

La apuesta del Gobierno de Pedro Sánchez por incrementar el gasto público durante 2019 –aumentando el gasto corriente, ampliando la protección social de forma generalizada y elevando las pensiones y el sueldo de los funcionarios– le ha costado la friolera de dos décimas en el agujero de las cuentas públicas, llegando a los 35.195 millones de euros, frente a los 32.882 millones anunciados por el Ejecutivo a finales del mes de marzo. Si se compara con los 30.495 millones de 2018, los números rojos de la Administración arrojan un aumento de 4.700 millones de euros en un año. Por ello, el departamento de estadística de la Unión Europea, Eurostat, ha vuelto a sacar los colores al Gobierno español y a enmendar los datos enviados a la Comisión Europea en unos de 2.300 millones –del 2,64% del PIB presentado por Hacienda hasta el 2,82%– por culpa, básicamente, del aumento del gasto y de la disminución en la contabilización de los ingresos públicos.

Según este informe, que fiscaliza a todos los Estados miembros a cierre de 2019, España no sale muy bien parada, ya que la sitúa en el antepenúltimo lugar del furgón de cola, sólo por encima de Francia (3%) y Rumanía (4,3%). En concreto, España ha acumulado un déficit del 2,82% del PIB –2,83% si se incluye la ayuda financiera–, casi dos décimas porcentuales más sobre el dato que inicialmente publicó en marzo el Ministerio de Hacienda –del 2,64%– , y tres décimas más respecto al desequilibrio del 2,5% registrado el año anterior, el tercero más negativo entre los países de la zona euro y el primer aumento del déficit desde 2012. Según los datos facilitados por el organismo europeo, los ingresos supusieron un 39,1% del PIB, mientras que el gasto alcanzó el 41,9%.

Esto no es una buena noticia en las actuales circunstancias de crisis económica provocada por el Covid-19, lo que coloca a España en una delicada situación a corto plazo, con una deuda y un déficit público que se dispararán con esta pandemia –según las últimas previsiones del Banco del España o del FMI se baraja una horquilla de déficit entre el 8% y el 13% y una deuda de hasta el 120% del PIB–. Pero esta llamada de atención ha caído en saco roto en el Ministerio de María Jesús Montero, al quitar hierro a esta corrección porque «entra dentro de la normalidad», y achacar esta diferencia de cifras a un cambio de criterio en la forma de contabilizar Activos Fiscales Diferidos (AFD), y por la decisión de «agilizar las devoluciones tributarias pendientes para inyectar liquidez a las empresas durante esta crisis sanitaria». Según fuentes ministeriales, esta modificación se produce tras el habitual intercambio de información entre las instituciones nacionales y comunitarias, y recuerdan que el año pasado «Eurostat ya rebajó en 0,15 puntos el dato de déficit de 2018 comunicado inicialmente, como ya lo hizo en 2015 y lo elevó 2012 en 0,24 puntos».

Otro capítulo de este informe de Eurostat deja también en evidencia al Gobierno español, ya que muestra que 16 de los 27 miembros de la Unión Europea cerraron el pasado año con superávit, incluyendo 11 de los 19 países del euro, encabezados por Dinamarca, con un saldo positivo del 3,7%. De este modo, el conjunto de los Veintisiete registró un déficit presupuestario en 2019 del 0,6%, frente al 0,4% de 2018, tras elevar el desequilibrio negativo de sus cuentas a 77.647 millones de euros desde los 53.961 millones del año anterior.

Por otro lado, la deuda pública española ascendió en 2019 a un total de 1,18 billones de euros, lo que equivale al 95,5% del PIB, frente al 97,6% de 2018, lo que en términos absolutos situó el endeudamiento de las arcas públicas en 15.514 millones a lo largo del pasado año. En este sentido, el Tesoro Público efectuó ayer una emisión de deuda sindicada a diez años por un importe de 15.000 millones de euros, el mayor colocado en una referencia en la historia del mercado de capitales, y con una demanda récord de 96.500 millones de euros.