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Los autónomos piden bajar el IVA al 5% a la hostelería y el comercio para salvar a miles de negocios

UPTA propone subir el IRPF a las rentas más altas para recaudar 80.000 millones y gravar el ahorro o las transacciones financieras superiores a 5.000 euros

Eduardo Abad, secretario general de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA)
Eduardo Abad, secretario general de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA)larazon

Dos vías para un mismo fin: bajar el IVA a los sectores más afectados por la crisis para salvarlos mientras se recauda más a través de una subida del IRPF a las rentas más altas. La Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) ha propuesto al Gobierno reducir el IVA al 5% para las actividades empresariales de la hostelería y el turismo durante al menos un año con el fin reactivar la economía y salvar a miles de autónomos de la quiebra de sus negocios. Esta una de las principales medidas del paquete de propuestas de de esta asociación para reactivar la economía, y que contiene otras cinco medidas de refuerzo fiscal que, según defiende, “supondría un aumento de la recaudación de más de 80.000 millones de euros”.

Para lograrlo apuesta por elevar durante dos años el tipo marginal máximo del impuesto del IRPF para las rentas superiores a 100.000 euros anuales o incrementar al 25% el IVA aplicable “a ciertas actividades, bienes y servicios considerados de lujo”. La organización también recomienda al Ejecutivo que durante los próximos dos años se incremente en un punto el IRPF aplicable a las rentas del ahorro en rendimientos por encima de 5.000 euros por operación o más de 20.000 en términos anuales. Asimismo, apuesta por aplicar una tasa fija para todas las operaciones o transacciones financieras superiores a 5.000 euros de carácter general en todo el ámbito europeo, “al menos de los Estados de la eurozona”.

En el paquete de medidas también incluye la aplicación de un tipo impositivo específico que grave los beneficios por las transacciones económicas que realicen las empresas de carácter tecnológico en el ámbito nacional y que este tipo debería ser el diferencial entre el impuesto que grave su actividad principal en el domicilio de la sociedad y el aplicable en España. “Esta norma se armonizará en el ámbito europeo”. “Este tipo sería el diferencial entre el impuesto que grave su actividad principal en el domicilio de la sociedad y el aplicable en nuestro país. Esta norma se armonizará en el ámbito europeo”, defiende UPTA.

En el ámbito de las plataformas digitales, aboga por establecer una normativa especial que regule “en términos fiscales las actividades económicas que se establezcan entre particulares” y que no tengan carácter estricto de consumo colaborativo, con el fin de evitar una actividad profesional encubierta y que actúe como competencia desleal con respecto a las actividades regulares.

El presidente de UPTA, Eduardo Abad, cree que España necesita un modelo fiscal “justo” y evitar que sean las rentas del trabajo o los rendimientos de los autónomos “los que se lleven la peor parte. Debemos asegurar una contribución ecuánime de las rentas financieras del patrimonio, del beneficio de las sociedades y especialmente de las grandes corporaciones que desarrollan su actividad en el ámbito internacional y que cuentan con más facilidades para eludir la presión fiscal”, ha añadido. Además, entiende que tampoco la presión fiscal indirecta en el ámbito del consumo puede ser igual para todos los bienes y servicios. “Los productos especiales o de lujo deberían responder de forma diferente frente a los productos socialmente imprescindibles o a las actividades económicas más afectadas por la crisis”, ha apostillado en el comunicado.

Para UPTA, el gasto público derivado de las medidas de lucha contra el COVID-19 debe financiarse “con una mayor recaudación fiscal y con una gestión eficientes de los fondos”.