Coronavirus
Rolls-Royce pone el cartel de “se vende” a la española ITP Aero
La compañía británica pierde 6.000 millones de euros en el primer semestre
Se vende ITP Aero. Rolls-Royce, propietaria de la compañía española fabricante de motores y turbinas, ha colocado entre los activos de los que está dispuesta a desprenderse a la empresa con sede en Zamudio (Vizcaya) después de haber registrado unas pérdidas en el primer semestre del año de algo más de 6.000 millones de euros. El grupo británico quiere ingresar unos 2.200 millones de euros con diferentes ventas para compensar así sus abultados números rojos.
Rolls-Royce es una más de las compañías que se han visto duramente impactadas por el hundimiento del sector aéreo provocado por el coronavirus, tal y como ha reconocido esta mañana su consejero delegado, Warren East durante la presentación de las cuentas de la firma. Desde hace meses, la compañía viene ejecutando un plan de reestructuración que incluye la reducción de 9.000 puestos de trabajo -el 17% de su plantilla- que según East, está logrando “progresos significativos”. Pero esos avances, a juzgar por el anuncio de las ventas hecho por el directivo, no parecen ser suficientes para garantizar su futuro. “Hemos identificado una serie de posibles ventas que generarían ingresos de más de 2.000 millones de libras, incluidos ITP Aero y otros activos”, ha asegurado East, que ha advertido, además, que dada la incertidumbre en el sector de la aviación civil, la compañía sigue evaluando opciones adicionales para fortalecer el balance para salir de la pandemia en una buena posición para capitalizar las oportunidades a largo plazo.
Ajuste de empleo
ITP Aero, que cuenta con presencia en México, Reino Unido, Malta, Estados Unidos e India, ha visto sensiblemente mermado su negocio en los primeros seis meses del año. Sus ingresos subyacentes sumaron 346 millones de libras (386 millones de euros), un 24% menos que en el mismo periodo de 2019, mientras que el beneficio operativo disminuyó un 69%, hasta 10 millones de libras (11 millones de euros). La compañía, especialista en la producción de turbinas de baja presión que equipan a motores para aviones de doble pasillo, ha visto como los pedidos de estos propulsores de su matriz han caído de 450 a 250.
La compañía ya anunció en julio la salida de 600 de los 4.000 empleados -3.000 en España- que componen su plantilla para hacer frente al retroceso de su actividad. La empresa tiene previsto esperar a después de verano, cuando concluyan los ERTE que tiene en marcha, para negociar con los sindicatos.
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