Bruselas

¡Pobre Calviño!

La vicepresidenta económica deberá explicar en Bruselas de dónde sale el dinero con una previsión de ingresos milagrosa y unos gastos disparados

La vicepresidenta tercera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, hoy, en el desayuno Informativo de Europa Press, en Madrid
La vicepresidenta tercera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, hoy, en el desayuno Informativo de Europa Press, en MadridÓscar J.BarrosoEuropa Press

Desconozco el grado de participación que habrá tenido la «Petit Nadia», como era conocida en algunos círculos comunitarios de Bruselas cuando se desempeñaba como directora «generala», en la redacción y elaboración de los Presupuestos Generales del Estado para 2021. Sin embargo sé a ciencia cierta que ella será la encargada de dar la cara por ahí fuera para defender el proyecto de cuentas elaborado por el Gobierno de coalición del que forma parte, compuesto por los «sanchistas» (me resisto a lo de socialistas), comunistas y los de Podemos de Iglesias. A la escenificación preparada por la factoría de Iván Redondo me remito, como prueba evidente de que esto ha sido al final cosa de los dos que parten el bacalao y, mucho me temo, que con Calviño de convidada de piedra, aunque luego tenga que ir, bien físicamente o por medios telemáticos a Bruselas, para explicar a sus antiguos colegas altos cargos de la Comisión y a los comisarios esas cuentas, asunto en el que se supone que ella es experta, ya que no en vano su último puesto fue el de directora general de los Presupuestos comunitarios.

Pero no solo tendrá que dar explicaciones ante las instituciones europeas, sino también a sus colegas de los otros estados miembros, especialmente a los de los países más estrictos (me resisto a utilizar esa denominación de «frugales»), entre los que destacan, por ejemplo, Holanda, Suecia, Dinamarca, Austria y Finlandia.Curiosamente hay alguno de ellos que está gobernado por los socialistas y que también quiere «las cuentas claras». Van a mirar con lupa esos números, porque dentro del capítulo de ingresos que han presentado Sánchez e Iglesias se encuentran bastantes miles de millones de euros que procederán del Fondo de Recuperación de la UE. Sin embargo, no hay seguridad de que todos ellos vayan a llegar en 2021, porque nos los tenemos que ganar a base de presentar planes y de que Bruselas, con la vigilancia de esas capitales estrictas, los apruebe.

Las cuentas de Sánchez y de Iglesias ya tienen una vía de agua en el capítulo de ingresos por el lado del Fondo de Recuperación, que llegará o no llegará. A lo anterior hay que sumar otra segunda vía de agua porque va a resultar muy difícil, por no decir que sería un milagro, que se puedan alcanzar las entradas de dinero previstas en las arcas del Estado por el aumento de los impuestos. En resumidas cuentas, que si los ingresos que se pretenden conseguir con las subidas fiscales no son seguros y, además, se ha fijado un gasto disparado, surge la gran duda: ¿de dónde va a salir el dinero? Eso es lo deberá explicar por ahí fuera Nadia Calviño, que, a buen seguro, se estará preguntando muchos días por qué dejo su puesto en Bruselas.