Energía nuclear

Berkeley confía en que el CSN resuelva en breve a su favor el informe definitivo sobre la mina de uranio de Salamanca

Francisco Bellón, presidente de la compañía, asegura que el organismo les ha transmitido que, por ahora, no ha encontrado incumplimientos para denegar el permiso

Mina de uranio a cielo abierto de Retortillo
Mina de uranio a cielo abierto de RetortilloTwitterLa Razón

La tramitación de los permisos para el proyecto que prevé abrir una mina de uranio en Retortillo (Salamanca) está cerca de llegar a su fin tras un largo camino que dura ya más de ocho años. Berkeley, la compañía minera australiana que lleva desde 2012 gestionando autorizaciones e informes -tiene ya más de 120- para poner en marcha la explotación, asegura que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) está muy cerca de finalizar la tramitación del último y crucial informe sobre el proyecto. En declaraciones a LA RAZÓN, Francisco Bellón, presidente de Berkeley España, afirma que el organismo les ha transmitido que están llegando “al punto final de la evaluación” del informe sobre el permiso de construcción de la instalación radioactiva y que “a día de hoy, no hay ninguna bandera roja o incumplimiento que pudiera dar lugar a la denegación del permiso”.

Aunque esta autorización la tiene que conceder en última instancia el Ministerio de Transición Ecológica, debe contar antes con el preceptivo informe del CSN que, en caso de ser negativo, sería vinculante y, por tanto, implicaría la paralización inmediata del proyecto. Si es positivo, sin embargo, no tiene por qué ser asumido por el Ministerio. Sin embargo, Bellón asegura que, de ser afirmativo, al Departamento que dirige Teresa Ribera tendría muy pocos argumentos para denegar la puesta en marcha del proyecto por temas que competan al CSN. Tendría que agarrarse, dice, a alguna cuestión técnica donde, en su opinión, “la ventana es casi nula”.

Bellón es optimista respecto a la resolución del CSN no sólo por lo que les hayan podido transmitir desde el organismo sino porque, según explica, Berkeley ha recibido antes una autorización previa, que también concede el ministerio previo informe del CSN, en la que se reconoce la viabilidad del lugar para construir la instalación. “La evaluación radiológica de la instalación, para ver si se puede construir ahí por la afección que pueda tener tanto al medio, como al subsuelo y a los municipios del entorno, ya está hecha”, explica. Lo que ahora exima el CSN, añade, es un permiso que está reglado, que no es subjetivo, y que determina que el proyecto cumple con las instrucciones técnicas para la construcción de la instalación.

Plazos

Aunque el CSN lleva ya cuatro años analizando el permiso de construcción de la instalación radioactiva, si finalmente le da luz vez, el Ministerio de Transición Ecológica no dispondrá de un plazo tan amplio para rubricar o denegar la autorización definitiva. Cuando Berkeley solicitó la autorización, el ministerio ya consumió parte del periodo de seis meses que tiene por ley para resolver la cuestión antes de remitirlo al CSN. Ahora, según los cálculos de Bellón, le restarían unos dos o tres meses para tumbar o dar luz verde definitiva al proyecto minero.

El proyecto de Retortillo ha suscitado cierto rechazo social y sospechas entre algunos sectores que consideran que se trata una maniobra puramente especulativa. Sobre las primeras críticas, Bellón asegura que “si la gente de la zona estuviera realmente en contra, no nos hubieran dejado entrar en su casa. Y hemos hecho trabajos en fincas que tenían más de 100 propietarios que no han puesto pegas y luego nos han vendido el terreno. Yo creo que, si no quieres una mina, no vendes el terreno”, explica el directivo. La mayoría, asegura, es consciente de que un proyecto así, que generaría 500 empleos directos nada más arrancar, es bueno para una comarca en la que el desempleo supera el 20%. Además, respecto al posible miedo que puedan tener los vecinos a una mina de este tipo, Bellón responde que “en Ciudad Rodrigo se ha extraído uranio desde los años 50 y nunca ha habido problemas. A la gente de allí no le asusta la mina”, remacha.

Sobre las acusaciones de que se trata de un proyecto especulativo, Bellón asegura, en tono irónico, que, para serlo, “ha sido una especulación un poco cara después de haber gastado ya 94 millones de euros”. El presidente de Berkeley España asegura que si la compañía ha invertido ya esa cantidad sin tener la seguridad de que pueda recibir las autorizaciones necesarias es porque considera que la mina es viable. De hecho, dice que ya tienen comprometidos 120 millones de dólares de financiación procedentes muchos de ellos de fondos de Reino Unido para poner en marcha la explotación. Que Berkeley disponga ya del dinero cuando todavía no han logrado todos los permisos es algo poco habitual y responde, según Bellón, a que el proyecto se desarrollaría en un país con una importante seguridad jurídica como España. No obstante, la enmienda a la Ley de Transición Ecológica presentada por PSOE y Unidas Podemos, que pretende no sólo prohibir a futuro las explotaciones de minerales radioactivos en España sino que se archiven los proyectos en tramitación, pone en entredicho esa seguridad, según Bellón. La compañía insiste en que, si se aprueba la enmienda, haría valer sus derechos pues supondría una expropiación de derechos legales de Berkeley “sin justificación”.De momento, no se espera que se vote al menos hasta la primavera.