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El Gobierno, a los hosteleros: “No podemos darles un cheque”

La ministra Montero reconoce tras aprobar el Plan Horeca que han optado por «otro tipo de ayudas». Críticas generalizadas de las patronales a unas medidas insuficientes y sin ayudas directas

La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto Alberto R. RoldánLa Razón

“Habemus” plan. El Gobierno aprobó ayer el conocido como Plan Horeca de ayuda al sector del turismo, la hostelería y el comercio, que se ha hecho esperar casi dos meses desde su anuncio. Pero esta presentación –lejos de contentar– ha caído como un jarro de agua fría en el sector, que se ha sentido “muy decepcionado” tras confirmarse que no habrá ayudas directas, como se ha hecho en otros países europeos, como Alemania, Francia, Países Bajos o Italia.

"Nosotros no podemos dar un cheque de dinero para los negocios y los autónomos que nos los pidan. Nuestras ayudas directas son otras. Nuestra forma de dar ayudas es la que hemos aprobado, dando exoneraciones en las cotizaciones, exenciones fiscales, ayudas y moratorias a los alquileres o dotar de liquidez avalada por el Estado. Son las comunidades las que sí que tienen ese tipo de ayudas y además deben seguir haciéndolo". Así defendió la vicepresidenta, María Jesús Montero, la ausencia de ayudas directas a los sectores más castigados por la pandemia, como la hostelería, el comercio o los autónomos, tras la aprobación en el Consejo de Ministros de este Plan Horeca. "Este tipo de ayudas directas están contempladas ya por las comunidades, que son las que las otorgan de forma asimétrica según las necesidades que tenga cada uno de los territorios". Montero justificó que el Gobierno ha preferido estas formas de ayuda en lugar del "cheque directo puro" que han elegido otros países.

Las reacciones de las diferentes patronales no se hicieron esperar. Tras nueve meses de restricciones y pérdidas, el plan específico ha obviado la petición más importante que habían hecho: la inyección de 8.500 millones de euros de liquidez directa a las empresas. "En juego estaban miles de negocios y un millón de empleos y parece que siguen sin darse cuenta. Estas medidas alivian la situación temporalmente, pero no solucionan los problemas. Este plan nace cojo sin ayudas directas", criticó el presidente de Hostelería de España, José Luis Yzuel.

Más duro fue el presidente de la patronal de ocio España de Noche, Ramón Más, que manifestó la "perplejidad y el malestar que nos provoca que se manipulen cifras y conceptos que prometen impacto económico en los sectores afectados, en lugar de exponer con rigor y claridad cuál es la inversión pública real del plan. Es una auténtica tomadura de pelo".

La ministra detalló que este plan se centrará en cinco palancas de actuación: reducir el precio de los alquileres, facilitar liquidez a través de avales crediticios, aliviar la carga fiscal, reducción de las cotizaciones de los trabajadores y flexibilización de las medidas regulatorias. El impacto estimado de estas medidas más de de 4.220 millones de euros, cerca de 2.000 millones en ayudas mediante la reducción de los alquileres, la exención en el pago de las cuotas a la Seguridad Social por sus trabajadores y rebajas fiscales, y otros 2.000 millones en apoyos a través de "moratorias en los pagos y alivios en las cargas financieras que tienen que soportan las empresas".

Para Más, esto es "una burla. Estas medidas no suponen ninguna inversión pública directa. El propio Gobierno anunció que tendrán impacto sobre apenas un 10% de las empresas turísticas. Y nos hemos quedado sin tiempo para acceder a ello".

Por su parte, la Confederación Española de Comercio (CEC) consideró que el plan es “insuficiente” y “llega tarde”, sobre todo si se tiene en cuenta “el complejo contexto actual” y las previsiones “a medio plazo”. En una nota, la confederación admitió que pese a que “toda medida paliativa es bienvenida”, el plan de refuerzo debería contemplar ayudas directas a los comercios, una de las principales reivindicaciones del sector y que sí se está llevando a cabo en otros países. Estas ayudas directas son “imprescindibles” para garantizar la continuidad de las pymes, micropymes y autónomos del sector del comercio.

La Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV) también consideró insuficientes las medidas dada la “gravísima situación” que atraviesa el sector, “la peor de la historia”, con más del 50% de sus plantillas en ERTE y la posibilidad del cierre de cerca de 3.000 agencias, lo que representa unos 28.000 puestos de trabajo. “Las medidas adoptadas son claramente insuficientes”, alertó el presidente de CEAV, Carlos Garrido, quien echó de menos “ayudas específicas para el sector más afectado por la crisis. Es necesaria la aprobación de un paquete que incluya ayudas directas, ya que los ICO no son suficientes para recapitalizar; además, hay que aprobar la posibilidad de alargar los ERTES por fuerza mayor hasta que la situación se estabilice y eliminar la cláusula de mantenimiento del empleo, reducir el IVA para las agencias de viajes y modificar la normativa de viajes combinados”, apostilló Garrido.

Finalmente, la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) consideró que el plan deja fuera a muchos autónomos. “Llega tarde, es escaso y sin ayudas directas a los sectores afectados, que va a dejar fuera a muchos autónomos que necesitan esta ayuda”, afirmó sobre el plan el presidente de ATA, Lorenzo Amor, que cree que estas medidas son un “nuevo canto a la sirena” con el que “se ha perdido una nueva oportunidad de apoyar y ayudar a los autónomos”. Entiende Amor que las medidas aprobadas “no tienen nada que ver con las necesidades de miles de comerciantes y hosteleros”, porque limitar la actividad por “imperativo legal debe tener compensación”. En ese sentido, ha lamentado que el Ejecutivo “no haya asumido la responsabilidad” de los cierres a los que se han visto obligados miles de autónomos dentro de los intentos por contener la expansión del coronavirus. ATA ha insistido en que “España sigue sin dar ayudas directas a los autónomos”, a diferencia de lo que han hecho otros países.

La titular de Turismo, Reyes Maroto, que no compartió estas críticas y defendió que el Gobierno sí que da ayudas directas, hizo su propia presentación del plan una par de horas más tarde, en la que subrayó que las comunidades autónomas “tienen capacidad en el marco de sus competencias y gracias a la flexibilización y los recursos que se les han dado” para ayudar “a los sectores económicos más afectados”. La ministra adelantó que este asunto se tratará el próximo día 28 en el marco de las conferencias sectoriales de Comercio y Turismo con las comunidades autónomas y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).

Maroto confió en quelos gobiernos regionales acudan con “esquemas de ayudas” en ese sentido a la reunión. “Nosotros ya les hemos hecho una transferencia de 16.000 millones del Fondo Covid, y tienen capacidad en el marco de sus competencias y de los recursos que se les ha dotado para poder reforzar sus ayudas a los sectores más afectados”, afirmó la ministra. “Espero que el día 28 puedan anunciar ayudas”.

Frente a las críticas de las patronales al plan del Ejecutivo por no incluir ayudas directas, Reyes Maroto -que compareció de forma virtual al estar en cuarentena tras haber estado en contacto con un positivo por coronavirus- defendió que el Gobierno sí que ha adoptado ayudas directas, entre ellas las prestaciones extraordinarias a autónomos -lo que ha cuantificado en un coste superior a los 800 millones de euros- y las exenciones en el pago de cuotas de la Seguridad Social y el abono de prestaciones de desempleo a los trabajadores en el caso de los ERTE. “También hay una contribución directa por nuestra parte. Más que el debate sobre si las ayudas son directas o indirectas, habría que centrarlo en la eficacia de estas medidas”, ha argumentado la ministra, quien ha incidido en que los apoyos puestos en marcha ya han demostrado “que son eficaces” para proteger el empleo.

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