Energía

El petróleo es un 44% más caro que la previsión de Sánchez

El desajuste podría encarecer la factura energética en 10.000 millones de euros

Trabajadores petroleros en un campo de Venezuela
Trabajadores petroleros en un campo de VenezuelaJorge SilvaREUTERS

El barril de petróleo cotiza ya en los mercados un 44% más caro que las previsiones contempladas por el Gobierno en su cuadro macroeconómico, que sirve de base a los Presupuestos Generales del Estado. El desajuste supone otro jarro de agua fría en la economía por la fuerte dependencia de España de las importaciones energéticas, más aún en un contexto muy negativo para la balanza comercial, marcado también por la ausencia de la entrada de divisas procedentes del turismo extranjero. El Gobierno se agarró al estancamiento de los precios del crudo del Mar del Norte originado por la pandemia, pese a pronosticar un despegue de la economía, en línea con la recuperación europea y global.

El crudo Brent, de referencia en Europa, llegó a cotizar por encima de los 70 dólares por barril en abril de 2019 y se moderó posteriormente hasta alcanzar, a finales de septiembre, niveles en el entorno de los 60 dólares. Desde entonces y hasta principios de enero de 2020 tomó una senda ascendente hasta acercarse a los 70 dólares, pero en el transcurso del primer semestre de 2020 experimentó una notable caída debido al impacto de los confinamientos por la expansión de la Covid-19 sobre la demanda global.

Posteriormente, se recuperó para estabilizarse ligeramente por encima de los 40 dólares por barril. En este contexto, el Gobierno elaboró su cuadro macroeconómico con una «muy lenta recuperación de los precios del petróleo», hasta el entorno de los 46 dólares, en 2021. En concreto, fijó el precio del barril en los 46,6 dólares.

Eso supone una brecha de más de 20 dólares con la cotización alcanzada en la sesión de ayer. El precio del barril de Brent se situó a lo largo de la jornada cerca de los 67 dólares, apuntando hacia la cota de los 70 dólares, con una revalorización diaria de su precio en el entorno del 5%.

Fuentes del sector consultadas por LA RAZÓN, remarcan que, pese a la extrema volatilidad que pueden sufrir los precios del petróleo en el contexto de la actual pandemia, las estimaciones del Gobierno están por debajo de las de los analistas, que pronostican un rango de entre 40 y 70 dólares el barril. Así, la apuesta del Gobierno estaría en la franja baja de la horquilla, cuando las políticas de la Opep apuntan a una escalada de los precios.

Los analistas consideran que una variación de 10 dólares en los precios del barril de Brent respecto a las valoraciones del Gobierno pueden suponer hasta 5.000 millones de euros, dependiendo del cambio del euro respecto al dólar y de la demanda. En las actuales circunstancias, este desfase de las estimaciones disparará la factura energética en 10.000 millones de euros, aunque algunos bróker petroleros vaticinan que el precio medio anual podría llegar a rondar los 80 dólares. «En las actuales circunstancias, con un endeudamiento como nunca, sin disponer de las divisas del turismo internacional, el saldo comercial se va a resentir mucho. Es una situación compleja, agravada por ese desfase de los precios previstos respecto a los actuales, que sobrepasan los 59 dólares de media en lo que va de año», indican fuentes del sector.

Aunque el Gobierno no compra petróleo, ni siquiera para las reservas estratégicas que gestiona Cores, el impacto de las oscilaciones de precios en las importaciones energéticas (crudo y gas natural) en la balanza de pagos es enorme. La reserva mínima de crudo de España está en 92 días. Cores debe mantener 42 días, de los 50 restantes se ocupa la industria.