Bernie Madoff

De multimillonario a morir en prisión por estafar 50.000 millones de dólares

Con 22 años abrió su primera empresa y llegó a presidente del mercado del Nasdaq

Bernie Madoff es una imagen de 2009
Bernie Madoff es una imagen de 2009Lucas Jackson

Bernie Madoff, condenado a 150 años de prisión por estafar más de 50.000 millones de dólares, nació en el seno de una familia judía del barrio de Queens, en Nueva York, el 29 de abril de 1938, y ha fallecido hoy en el Centro Médico Federal en Butner.

Filántropo, ex tesorero de la universidad judía Yeshiva y creador de la Madoff Family Foundation, dedicada a actividades de caridad como otras asociaciones víctimas de su fraude, el inversor tenía también una firma financiera en Londres y sus operaciones habían sido investigadas en ocho ocasiones por las autoridades reguladoras estadounidenses.

De origen humilde, comenzó la carrera de Derecho pero no la acabó y en 1960 fundó la firma de intermediación financiera que lleva su nombre y a la que se unió su hermano Peter en 1970. Entre 1990 y 1993 fue también presidente del Nasdaq, la mayor bolsa electrónica del mundo y donde se negocian los valores de miles de empresas, muchas de ellas del sector de las nuevas tecnologías.

Madoff comenzó su carrera profesional a los 22 años, cuando se inició en el mundo de las inversiones al abrir una empresa con los 5.000 dólares que ganó como salvavidas en un trabajo de verano en Long Island, según él mismo relató a la prensa en alguna ocasión. Ante el éxito empresarial su hermano Peter se unió a la firma y Madoff pasó a otra etapa de su carrera, que lo llevó a presidir el mercado del Nasdaq y que lo convirtió, junto con su esposa Ruth, en una de las personalidades más sociales de Manhattan.

El 12 de diciembre de 2008 fue detenido por agentes del FBI en su apartamento de Manhattan, en Nueva York, tras ser denunciado por sus dos hijos. Según los documentos aportados a los tribunales que le juzgan, fue el mismo quien cifró en 50.000 millones de dólares la cuantía de la estafa que, al parecer, puso en marcha dos décadas antes mediante un esquema Ponzi o sistema piramidal por el que prometía rentabilidades próximas al 10 por ciento, que pagaba con los ingresos de otros clientes.

Su éxito financiero estaba basado en la confianza y el secretismo de sus clientes, a los que exigía discreción pese a no darles ninguna explicación sobre la inversión de sus fondos, que obtenían un buen rendimiento incluso en condiciones adversas del mercado.

El juez federal de la Corte del Distrito Sur de Nueva York Gabriel Gorenstein ordenó su arresto domiciliario bajo fianza de diez millones de dólares, la retirada del pasaporte y otras medidas judiciales.

La estafa se descubrió cuando algunos de sus clientes, acuciados por la crisis financiera internacional, pretendieron recuperar parte de sus inversiones a las que Madoff no pudo hacer frente por carecer del capital necesario para afrontar los pagos. Entre los afectados se encontraban algunos de los bancos más importantes del mundo y grandes fortunas, principalmente de la comunidad judía de Nueva York y Florida.

En España, algunos de los defraudados fueron Alicia Koplowitz, Juan Abelló o las familias Holenlohe, Suñer o Lladró.

El 16 de diciembre de 2008, la Comisión Nacional del Mercado de Valores cifró en 106,9 millones de euros la exposición de los fondos y de los vehículos de inversión españoles a la presunta estafa de Bernard Madoff. Entre las entidades más afectadas estaban el Banco Santander, a través de Optimal Strategic, y el BBVA.

Tras estallar el escándalo, el presidente de la SEC, Christopher Cox, reconoció “múltiples fallos” a la hora de supervisar las actividades del financiero, del que constan denuncias desde 1999.

El 18 de diciembre de 2008, la SEC llegó a un acuerdo parcial con Madoff para que las demandas civiles contra él se lleven en procesos separados del caso criminal. La SEC anunció el 9 de marzo de 2019 que hacía permanente el acuerdo del 18 de diciembre al tiempo que anunciaba que los activos de Madoff continuaban congelados, en un paso hacia la resolución de las demandas civiles contra el financiero.

Tres días más tarde, Madoff se declaró culpable de once cargos económicos ante el juez del Tribunal Federal del distrito sur de Manhattan Denny Chin, que revocó la libertad condicional de que gozaba y ordenó su ingreso en prisión hasta que dicte sentencia el 16 de junio.

La Fiscalía, que pedía una pena de 150 años de prisión, le consideraba culpable de haber facilitado información falsa a la SEC (siglas en inglés del órgano regulador estadounidense), haber robado fondos de inversión de trabajadores y de tres presuntos delitos de lavado de dinero.

El 29 de junio de 2009 fue condenado a 150 años de prisión, la pena máxima para este tipo de delitos, por montar y mantener durante más de dos décadas un fraudulento esquema de inversiones calculado en más de 65.000 millones de dólares.

El abogado de Madoff, Ira Lee Sorkin pidió clemencia al juez y “una pena de 12 años de prisión -en la práctica una cadena perpetua” para su cliente de 71 años de edad. Antes de conocer la sentencia, Madoff tomó la palabra para mostrar ante el juez su “vergüenza” y reconocer que “no hay perdón posible” por el “terrible error” que cometió.

Desde el 14 de julio de 2009 permanecía encerrado en la prisión de Butner (Carolina del Sur) donde, según la revista New York, se había convertido en una celebridad. Un año después, la revista publicó un perfil del ex financiero distinto en el que ya no muestra ningún arrepentimiento por lo que hizo tras declarar “que se jodan mis víctimas” y calificar a sus clientes como “avaros” y “estúpidos”.

El 11 de diciembre de 2010 se suicidó su hijo mayor, Mark Madoff, que no pudo soportar más la presión y decidió quitarse la vida justo cuando se cumplían dos años desde que su padre le confesó a él y a su hermano que su negocio era una gigantesca estafa.

En una entrevista publicada el 7 de abril de 2011 en la versión digital del “Financial Times”, insinuó, sin aportar pruebas específicas, que los directivos de los bancos con los que trataba estaban al corriente de su fraude. Algo parecido debió de pensar Irving Picard, el liquidador de la empresa de Madoff, que ya presentó una demanda en diciembre de 2010 contra el banco JP Morgan, al que reclama 6.400 millones de dólares por considerar a la entidad “cómplice” en el fraude. Picard también ha reclamado en otras dos demandas a los bancos HSBC y UBS 9.000 y 2.000 millones de dólares, respectivamente.

El 29 de junio de 2012, su hermano Peter Madoff, de 66 años y abogado, se declaró culpable de varios cargos relacionados con la estafa por la que él fue condenado a 150 años de prisión. Según informó la fiscalía, Peter trabajó para la empresa de su hermano Bernard desde 1965 hasta el 11 diciembre de 2008, en la que ocupó diversos puestos directivos.

En diciembre de 2013 sufrió un ataque cardíaco por el que fue ingresado en el hospital de la Universidad Duke, según informó el propio Madoff al canal financiero CNBC. El anuncio lo hizo por medio de un correo electrónico en el que también comunicó que sufre una enfermedad renal aguda.

El 24 de marzo de 2014, cinco antiguos empleados del exfinanciero también fueron declarados culpables por el tribunal del distrito de Manhattan, por colaboración en el fraude, y se encuentran a la espera de la sentencia que dicte el juez.

El 18 de noviembre de 2014, el encargado de recuperar fondos para indemnizar a las víctimas del fraude piramidal de Bernard Madoff anunció que las autoridades habían aceptado elevar las indemnizaciones a más de 10.000 millones de dólares, un 60 % del dinero reclamado por los afectados.

El 9 de diciembre de 2014 Annette Bongiorno, la que fuera durante décadas secretaria del exfinanciero Bernard Madoff, fue condenada a seis años de prisión por su participación en la mayor estafa piramidal de la historia de Wall Street. Esta condena se suma a la pronunciada el día anterior contra Daniel Bonventre, otro antiguo empleado condenado a 10 años de prisión por participar también en el fraude.

Irwin Lipkin, de 77 años, fue el último de los colaboradores en el engaño ideado por Madoff, que fue condenado el 5 de agosto de 2015 a seis meses de cárcel por fraude y otros delitos.

La vida del exfinaciero fue llevada a la pantalla en una miniserie de dos capítulos estrenada por la cadena de televisión ABC el 3 de febrero de 2016, que relataba el ascenso y la caída del estafador más famoso de Wall Street.

El Departamento de Justicia de EEUU anunció el 9 de noviembre de 2017 la distribución de una primera partida de 772,5 millones de dólares destinada a 24.000 clientes en todo el mundo víctimas del fraude orquestado por el inversor Bernard Madoff. Para ello se creó un fondo de 4.000 millones de dólares compuesto por 2.200 millones del ya fallecido Jeffry Picowe, asesor de Madoff, y 1.700 millones adicionales del banco JP Morgan , entidad de la que el inversor era cliente y cuya actividad criminal no revisó con detalle.

El 12 de abril de 2018, se anunció la segunda entrega de reparaciones económicas por valor de 504,2 millones de dólares, dinero que será enviado a más de 21.000 víctimas del estafador alrededor del mundo.

El 5 de febrero de 2020, sus abogados presentaron un escrito solicitando salir de prisión por sufrir una enfermedad terminal y quedarle “menos de 18 meses de vida”. Según el escrito, sufría una enfermedad renal en fase terminal, además de otros problemas de salud, por la que desde el verano de 2019 fue trasladado a una unidad de cuidados paliativos en el centro médico de la prisión de Carolina del Norte donde cumple su condena. Efe