Reforma energética

La hidráulica y la nuclear pagarán CO2 aunque no contaminen para abaratar un 5% el recibo de la luz

El Gobierno tiene listo el tijeretazo de 1.000 millones a estas plantas. Las eléctricas afirman que producen a pérdidas

Vista desde la playa de la Almadraba de la central nuclear de Vandellós (Tarragona)
Vista desde la playa de la Almadraba de la central nuclear de Vandellós (Tarragona)Jaume SellartEFE

El Gobierno tiene ultimado el recorte sobre la retribución que reciben las hidroeléctricas y las centrales nucleares, que las obligará a afrontar los derechos de emisión de CO2 aunque son tecnologías de generación no contaminantes. El «rejonazo» a las eléctricas llegará, previsiblemente, este martes con la aprobación en el Consejo de Ministros del anteproyecto de ley por el que las tendrán que repercutir en su coste de producción nuclear e hidráulica los derechos de emisión del CO2, por lo que se les descontará del precio del mercado mayorista. De esta forma, su situación será similar a las condiciones de las plantas gasísticas.

Los precios de la electricidad vienen marcados por aquellos a los que cierre la tecnología más cara en generar electricidad, habitualmente los ciclos combinados, que a los costes derivados de la contaminación que generan –derechos de emisión de CO2– suman los de la propia materia prima, el gas, con una evolución alcista tras el paulatino regreso a la normalidad. Todos los demás precios se casan en función del más caro (mercado marginalista), por lo que las nuclear e hidráulica, con un precio de producción inferior y sus costes de inversión amortizados, recogen una retribución adicional, los llamados «beneficios caídos del cielo»– que Podemos había puesto en el punto de mira.

Aunque en el mercado ibérico algunos productores reciben un precio más alto que el que ofertan, no pueden ofrecer el precio que libremente estimen y sí el que tiene en cuenta el llamado coste de oportunidad (el coste que les supondría no producir y los ingresos que no recibirían).

La previsión es que, en función de los precios actuales por la emisión de CO2 de unos 50 euros por tonelada, dicha minoración (en caso de ser total) tendría un impacto de al menos 1.000 millones, que a su vez supondría un abaratamiento de la factura del 4 o 5%. No obstante y en un escenario de un coste de 100 euros por tonelada de CO2, se alcanzarían los 2.100 millones aunque esos niveles se consideran improbables, según recoge Europa Press. El 10% de esos 1.000 millones de ahorro servirá para mejorar el bono social de 300.000 consumidores.

El movimiento del Ministerio de Transición Ecológica llega cuando los precios de la electricidad repuntan con fuerza y amenazan con cerrar mayo a los niveles del pasado mes de abril, cuando el recibo medio cerró en 62,56 euros, el más caro de todo 2021, superando en 6 céntimos al de enero, pese al temporal «Filomena», y coinciden con la entrada en vigor del nuevo sistema de facturación, que penaliza los consumos en horas punta.

Las eléctricas afirman que producen a pérdidas y recuerdan que de los 56 euros por megavatio hora, 21,4 euros son impuestos. Según las nucleares, la supuesta sobrerretribución es una leyenda urbana. «Apuntan a la generación nuclear y dicen que los costes son de 15 euros MW/h. Esos son los costes variables de explotación, pero luego hay costes fijos e impuestos. Así que cuando algunos piden una reforma del mercado porque hay sobrerretribución deberían explicarlo porque no existe», afirman fuentes de Endesa.