Opinión

“Liderando la mayor transformación”

Philip Morris ha invertido más de 8.000 millones de dólares para eliminar los efectos nocivos de sus productos
Philip Morris ha invertido más de 8.000 millones de dólares para eliminar los efectos nocivos de sus productosPhilip Morris

No existe progreso sin propósito, ni transformación empresarial sin liderazgo, pero unidos son el fundamento de la hoja de ruta necesaria para que las empresas y la sociedad avancen juntas hacia un futuro mejor. Tuve ocasión de compartir esta misma reflexión hace unos días, en el Digital Business World Congress que ha tenido lugar recientemente en Madrid (DES2021). Un evento disruptivo que me ha dado la oportunidad de explicar a miles de asistentes repartidos por todo el mundo, el proceso transformador en el que Philip Morris se encuentra y cuyo objetivo es: conseguir un mundo libre del humo de los cigarrillos. Una transformación histórica para la que no hay vuelta atrás.

Todo comenzó hace más de una década, cuando en Philip Morris International (PMI) hicimos una apuesta sin precedentes: ser capaces de reducir el daño que nuestros productos generaban a la salud. Con este propósito, decidimos invertir fuertemente en innovación e investigación científica, más de 8.000 millones de dólares hasta la fecha, para desarrollar una serie de productos alternativos que fueran significativamente mejores que seguir fumando.

Hablando claramente, nuestro objetivo es acelerar el fin del cigarrillo y para que esto sea posible, es clave que todos los fumadores que van a seguir fumando tengan acceso a alternativas mejores sustanciadas en evidencias científicas. Los expertos coinciden en que la causa principal del daño provocado por fumar no es la nicotina. Son los componentes químicos tóxicos que se liberan en el humo y que se generan fruto de las altas temperaturas de la combustión del tabaco. Este es el motivo por el que en Philip Morris llevamos trabajando e invirtiendo en investigación y en el desarrollo de productos que eliminen de la ecuación la combustión, la principal causa de enfermedades ligadas al hábito de fumar. Nuestra apuesta por sustituir progresivamente los cigarrillos por estas alternativas libres de combustión es clara, estimamos que para el año 2025, el 50% de nuestros ingresos en el mundo provengan de estas alternativas.

Pero para transformar los productos, es necesario transformar la visión y la forma de trabajar. Hace 25 años cuando entré en Philip Morris, éramos pilotos conduciendo en un circuito, con un objetivo claro: ser el más rápido de la carrera. Pues bien, ahora en este proceso de transformación nos encontramos compitiendo en algo más parecido al Rally Dakar, te dan un coche y un GPS y lo único que tienes claro es la meta: alcanzar un futuro libre de humo. No hay circuito y el camino no está predeterminado, lo haces tú en cada etapa.

Como es de imaginar, la manera de liderar esta nueva realidad supone un cambio radical de mentalidad. Es una transformación que implica aprender y desaprender en la misma medida, que necesita de resiliencia y valentía, porque hay muchos momentos de dunas infinitas y de caminos pedregosos llenos de riesgos pero también de oportunidades.

Un líder, por muy transformador que sea, no puede acometer solo esta situación. Necesita de todo el talento posible dentro de la compañía, así como de la cooperación externa, de las autoridades y de la sociedad civil, para poder cumplir con su compromiso. Un líder transformador debe crear valor para los empleados, los clientes, las comunidades, etc. Debe llevar el propósito de la compañía más allá y trasladarlo a todos los escenarios donde sea necesario compartirlo.

Sólo podemos avanzar aprendiendo de las experiencias. La COVID-19 ha supuesto un impacto devastador en las sociedades y en las economías de todo el mundo. Un hecho que ha intensificado el debate en relación al propósito de las empresas. Y en este contexto, la escucha y la empatía han sido dos de las grandes cualidades que los líderes han tenido que reforzar para gestionar esta delicada situación. No solo debido al formato del teletrabajo, sino por la estabilidad emocional de los equipos y su relación con las compañías. La gente quiere trabajar en empresas donde se encuentren a gusto y en las que sientan que existe un propósito claro, más allá de su propia actividad.

En mi opinión, el liderazgo, por encima de una cualidad, es una actitud que permite encarar los desafíos. Cualquiera puede ser líder si muestra la actitud adecuada y se esfuerza por un propósito claro que pueda contribuir a mejorar la sociedad y el mundo. Nosotros en Philip Morris estamos haciendo el camino para llegar a nuestra meta.