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El Gobierno, decidido a ampliar el descuento a los carburantes tres meses más

El Ejecutivo baraja limitarla a las familias con menos rentas y que no sea universal como ahora

Un hombre reposta gasolina en una gasolinera de Barcelona, a 11 de marzo de 2022, en Barcelona, Cataluña (España)
Un hombre reposta gasolina en una gasolinera de Barcelona, a 11 de marzo de 2022, en Barcelona, Cataluña (España)David ZorrakinoEuropa Press

Oficialmente no se ha comunicado todavía ninguna decisión. Pero de forma oficiosa, fuentes del sector aseguran que el Gobierno les ha trasladado que está decidido a ampliar lasubvención de 20 céntimos por litro para las carburantes más allá del 30 de junio, cuando expira la bonificación ahora vigente. El Ejecutivo ya había dejado la puerta abierta a ampliar la subvención aprobada en el marco de medidas para hacer frente a los efectos económicos de la guerra de Ucrania. Tanto la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera; como la de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) Raquel Sánchez; ya habían deslizado semanas atrás que, si la situación lo requería, la ayuda se podría prorrogar por más tiempo.

La realidad es que, transcurrido algo más de un mes, el precio tanto de la gasolina como del gasóleo no ha dado tregua en los surtidores. El 1 de abril, cuando entró en vigor la bonificación, un litro de gasolina oscilaba entre los 1,85 y los 2,005 euros dependiendo de si es de 95 o 98 octanos mientras que ayer, sus precios se movían entre los 1,87 y los 2,005 euros. En el caso del diésel, también ha habido ligeros incrementos, desde los entre 1,887 y 1,985 euros que costaba el litro de este carburante en el arranque del mes pasado a los entre 1,915 y 2,013 que cuesta ahora.

Aunque la idea del Gobierno sea prorrogar la ayuda, lo que también parece claro es que no va a quedar configurada tal y como está ahora. Ribera ya ha expuesto públicamente que el Ejecutivo está estudiando cambiar la bonificación para acotarla a las familias con menos renta, en lugar de ser una subvención universal como ocurre en la actualidad. «Si tenemos que mantener el sistema de apoyo a los consumidores de combustible de automoción, lo justo y lo razonable es intentar centrar cuáles son las familias y cuáles los niveles de renta que merecen más apoyo. Hay que buscar que sea un sistema parecido a una tarjeta para concentrar el esfuerzo fiscal para ayudar a esas familias», declaró en una entrevista a la Cadena Ser días atrás Ribera.

La acotación de la ayuda a las familias con menos recursos no sólo ahorraría dinero a las arcas públicas -su coste será de unos 1.423 millones de euros, según el Gobierno- sino que subsanaría, en parte, uno de los puntos débiles que han reseñado algunos expertos sobre la medida: que favorece a las rentas más altas. El ex ministro de Industria Miguel Sebastián, apoyándose en un gráfico de Fedea, expuso por ejemplo un día antes de su entrada en vigor en un tuit este planteamiento. «La subvención de 20 céntimos por litro de gasóleo y gasolina a todos los usuarios, además de no favorecer el ahorro energético e ir en contra de la transición ecológica, es muy regresiva. Favorece a las decilas de renta más altas, que son las que más consumen esos carburantes», aseguró Sebastián.

A pesar de que lleva ya más de un mes en vigor, el descuento a los carburantes todavía sigue generando problemas al sector de las estaciones de servicio. Según cálculos de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (Ceees), más de 300 gasolineras han cerrado hasta el momento en un goteo que no para, muchas de ellas porque se les ha denegado el adelanto con el que sufragar la ayuda de abril. Un anticipo que, además, no se va a repetir los próximos meses, según explicaron fuentes de la Agencia Tributaria a Efe y confirman desde el mismo sector. El organismo adscrito al Ministerio de Hacienda recordó que a partir de este mes las estaciones de servicio recibirán el importe íntegro correspondiente al gasto realizado por aplicar el descuento del mes anterior, lo que reforzará su tesorería. La liquidación correspondiente al anticipo -es decir, el ajuste entre el dinero adelantado y el que finalmente se destinó a financiar esa rebaja en el carburante- no se llevará a cabo hasta julio, con lo que el Gobierno considera que las compañías tienen margen financiero para defenderse.

Incluso con el adelanto, desde el sector aseguran que el modo en que se configuró la ayuda está «asfixiando» a las pequeñas gasolineras. El Estado les anticipó «algo de dinero», pero que quienes realizan el adelanto «día a día» son las gasolineras «y ellos lo devolverán el mes siguiente», según reiteró ayer Marcos Tejada, consejero delegado de cadena de gasolineras de bajo coste Fast Fuel.