Carburantes

El Gobierno estudia aumentar la bonificación al carburante hasta en 10 céntimos por litro

La ayuda estaría entre una horquilla de 5 a 10 céntimos, «aunque no se descarta que sea más elevada si la situación empeora». La última palabra «la tiene Hacienda», que no dará su visto bueno «si las cuentas no le cuadran»

El descuento de 20 céntimos por litro de carburante aprobado por el Gobierno ya se ha diluido
El descuento de 20 céntimos por litro de carburante aprobado por el Gobierno ya se ha diluidoJesús G. FeriaLa Razon

El Gobierno tuvo que intervenir en el mercado de los carburantes ante la escalada de precios que había puesto en pie de guerra a transportistas, profesionales y consumidores. Como medida de urgencia, y de forma temporal y transitoria, aprobó una bonificación de 20 céntimos al combustible. Sin embargo, dos meses y medio después este colchón ha desaparecido y ya se paga más por llenar el depósito que antes de esta ayuda. El litro de gasolina ha superado por primera vez la barrera de los dos euros y la previsión es que siga subiendo por la situación geopolítica, que continúa complicada por la guerra de Ucrania. Además, los combustibles se elevan ya en España por encima del precio medio de la Unión Europea y superan a economías con mayor poder adquisitivo como Alemania, Francia e Italia.

Según datos oficiales del Geoportal del Ministerio de Transición Ecológica, el litro de diésel supera ya los dos euros. En concreto, el precio medio del gasóleo en las estaciones de servicio de todo el territorio nacional está a 2,01 euros. Además, supera la marca mínima de los dos euros en el 69% de las 11.413 gasolineras abiertas de España. En el caso del litro de gasolina 95, la situación es aún peor, ya que está a 2,11 euros de media y supera los 1,999 en el 90% de las estaciones.

Ante esta situación, la ministra de Economía, Nadia Calviño, ya maneja la posibilidad de implementar más medidas para moderar la escalada de precios de la energía y, entre ellas, no descarta que se aumente el importe de la actual bonificación por litro de los carburantes y que se prorrogue más allá del 30 de junio. Aprovechó una visita a Barcelona para anunciar que ya «estamos analizando si hay que hacer nuevas modificaciones o cambios» en el paquete de medidas anticrisis que se prorrogará en breve «para garantizar que esas medidas sean lo más eficaces posibles» para ayudar al consumidor y entre ellas el Ministerio está barajando la ampliación de la cuantía de la bonificación, ya que la subvención de 20 céntimos ha desaparecido al incrementarse el precio en 23 céntimos.

Fuentes gubernamentales explicaron a LA RAZÓN que la cuantía está aún por determinar, pero que podría estar determinada por una horquilla de entre 5 y 10 céntimos por litro, «aunque no se descarta que sea más elevada si la situación empeora». Pero las mismas fuentes inciden en que la última palabra «la tiene Hacienda», que no su visto bueno «si las cuentas no le cuadran», y la ministra María Jesús Montero, siempre ha sido muy reticente a este tipo de concesiones que impactan directamente en la desviación de las cuentas públicas.

La ministra achacó el aumento del precio de los carburantes a su despegue en los mercados internacionales. Pese a ello, ha lanzado una nueva advertencia al recordar que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia «está vigilando muy de cerca» la presencia de malas prácticas en las gasolineras. Precisamente por esta razón, la propia Calviño amenazó con retirar el descuento e imponer fuertes multas y sanciones –que podrían incluir incluso la retirada de las licencias de comercialización– para aquellos que hubieran inflado los precios. Incluso llegó a barajar no prorrogar esta ayuda más allá del 30 de junio, algo que ya se da por hecho ante la escalada imparable de los carburantes, que no parece tener techo.

La que no parece muy partidaria de esta medida es la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, lo que puede abrir un nuevo frente de discordia entre los socios de Gobierno. Díaz volvió mostrar su disconformidad con que esta bonificación al combustible sea de tipo general y no vaya dirigida «a los que más lo necesitan». Por ello, apostó por «discriminar» a quiénes reciben esta ayuda para no fomentar el uso de los hidrocarburos e insistió en lo «incomprensible» que resulta bonificar la gasolina o el diésel y no hacer lo mismo con el transporte de Cercanías o de Metro. «Al que hay que ayudar es al transporte público», insistió. Aunque no quiso facilitar detalles sobre la posible cuantía de esas reducciones de precios en los abonos de transporte público, se habría planteado una reducción de 10 euros.