Uno de cada cuatro mayores no llega a fin de mes

La pirámide poblacional envejecida es una realidad a la que se enfrenta el país, ya que el tiempo pasa inevitablemente para todo el mundo aunque no se quiera. Tanto es así, que en la actualidad la población en España que tiene 65 años o más representa el 19,6% del total, porcentaje que irá aumentando hasta el 31,4% en 2050, siendo el grupo poblacional de 70 a 79 año el más numeroso, de acuerdo con las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Asimismo, este instituto calcula que el porcentaje de población mayor de 70 años en España que en el año 2020 se situaba en el 14,4% del total, alcanzaría un máximo histórico del 25,3% en torno a 2055.

En este contexto, dicho colectivo se tiene que enfrentar a numerosas problemáticas a medida que van envejeciendo como puede ser el padecer enfermedades o incluso el no disponer de dinero para poder vivir sus últimos días.

“La llegada de la vejez es la última etapa de la vida en la que cada vez somos más longevos. Por tanto, tenemos el reto de prepararnos y adaptar nuestro entorno para afrontar esta etapa y sus nuevas necesidades con la mayor calidad de vida posible”, explica Laura López Demarbre, vicepresidenta ejecutiva de la Fundación Mutua de Propietarios.

Por tanto, casi un 40% de los mayores de 75 años tienen alguna dificultad para llegar a fin de mes con los ingresos del hogar; un 43% tiene dificultades para afrontar gastos imprevistos y un 42% no puede irse de vacaciones una semana, de acuerdo con el estudio “Preocupaciones ante una próxima vejez”, realizado por la Fundación Mutua de Propietarios.

Además de esto, la vejez se suma a la lista de inconvenientes ya que uno de cada tres españoles está bastante preocupado por este factor, mientras que el 43% se muestra poco preocupado o nada, y un 11% apenas piensa en ello. En este sentido, tanto los más jóvenes como los más mayores, con edades comprendidas entre los 65 y 74 años, son aquellos que muestran un grado de preocupación menor frente a la vejez, ya que es una etapa inevitable.

Es por ello que pese a que las personas mayores se cuiden, el deterioro de los años acaba pasando factura, por lo que las situaciones que más preocupan a las personas de este colectivo son el tener problemas de movilidad (68%), padecer una enfermedad crónica (67%) y no disponer de dinero para vivir (59%).

En concreto, el 53% de las personas que se encuentran preocupados por la movilidad señalan la necesidad de contar con una casa accesible, ya que más de la mitad de las viviendas no cuentan con características tales como rampas o puertas automáticas, de acuerdo con el informe de la fundación. Sin embargo, el ascensor (58%) o el plato de ducha (57%) son elementos que la mayoría, o bien ya lo tienen disponible, o consideran que no es necesario.

Ante esta problemática, el preservar la calidad de vida de los mayores se vuelve imprescindible, siendo el Gobierno el principal responsable de ello con un 42%, de acuerdo con los datos recogidos con el informe. No obstante, pese a que el Estado tiene un peso mayor en este aspecto, las responsabilidades también deberían residir en los propios mayores así como sus familias.

“Es destacable que las personas mayores no son percibidas como una carga ni para el sistema ni para el entorno social o familiar, sino más bien lo contrario. De hecho, se reconoce positivamente el papel que las personas mayores realizan en el seno de sus familias, tanto en el terreno del soporte familiar como del soporte económico”, concluye López.