Inflación
Dos de cada tres empresas temen que el alza de los costes ponga en peligro su continuidad
La nueva reforma laboral y el estancamiento del consumo por nuevos brotes de covid son las otras dos grandes amenazas para el tejido empresarial español
Las empresas españolas han tenido que aprender a hacer malabares para cuadrar sus cuentas en plena ola inflacionista, pero no todas serán capaces de mantener el equilibrio. En concreto, tres de cada cuatro (74,5%) empresas temen que el incremento de los costes pueda llegar a suponer un “grave peligro” para la continuidad de su actividad y de la propia compañía, según el portal de trabajo Infoempleo y el Grupo Adecco, que han presentado la XXV edición del Informe Infoempleo Adecco.
A lo largo de los últimos meses, la economía española está asistiendo a un escenario inflacionista que, para la mayoría de los expertos en macroeconomía, se mantendrá prácticamente durante todo 2022. De hecho, este 14 de julio la Comisión Europea ha elevado la previsión de crecimiento de la inflación en España en 2022 al 8,1%, frente al 6,3% que apuntaba en sus previsiones de primavera y muy por encima del 3,6% pronosticado antes del inicio de la guerra de Ucrania. En junio, último dato disponible, la inflación de España escaló al 10,2% interanual (doce últimos meses) por el alza de los carburantes, la electricidad y los alimentos, el nivel más alto en 37 años, desde abril de 1985.
Junto con la inflación, para el 31,54% de las empresas, la nueva reforma laboral que entró en vigor el 1 de abril de 2022 también puede suponer un freno a su crecimiento según se vaya aplicando. Que el consumo no se reactive del todo por nuevos brotes o sucesivas olas de coronavirus (29,53%), y más con la situación de inflación actual, es el siguiente problema al que las empresas consultadas miran con más temor.
En cuanto al teletrabajo, para un 12,5% de las empresas, los costes que les supondría cumplir con la nueva normativa de teletrabajo es otro impedimento importante. Y un 6,25% ve demasiadas dificultades -en términos de prevención de riesgos laborales- para llevarlo a cabo. No obstante, de las empresas consultadas por Infoempleo y Adecco, un 58,44% confirman que sí están facilitando a sus empleados la posibilidad de teletrabajar en 2022 (un 6% más que en 2020). Por otro lado, el 62,42% de las empresas no ve posible implantar la jornada de cuatro días en la actualidad, frente al 61,7% que lo pensaba hace un año.
Ante este panorama, las compañías creen que para mejorar la competitividad de su empresa las mejores medidas de flexibilidad son, en este orden, ofrecer horarios flexibles (55,03%), retribución variable vinculada a objetivos (32,21%), teletrabajo (26,85%), acudir a la contratación temporal directa (26,17%), a la contratación parcial (22,82%), modificar sustancialmente las condiciones de trabajo de la plantilla (21,48%), recurrir a ‘freelances’ (16,78%) y generar bolsas de horas (16,11%).
Ralentización del trasvase de empleados
El estudio también pone de manifiesto que tras dos años de pandemia, el trasvase de trabajadores de unas empresas a otras se ha ralentizado visiblemente. De media, las compañías cifran en un 19,8% el volumen de rotación de personal al que han tenido que hacer frente en 2021, más de 2,5 puntos porcentuales menos respecto a 2020 y más de 3 puntos si se compara con 2019. El 33,56% de las empresas consultadas creen que la razón principal de esta fuga de talento se debe a que reciben mejores ofertas salariales de otras compañías. Y para el 26,85% se trata de empleados que no pueden cumplir con sus aspiraciones de crecimiento profesional o personal en la empresa.
Así un 15,44% dicen que los trabajadores se han marchado por el mal momento económico que atraviesa la compañía (frente al 25,45% registrado en 2020), un 7,38% por el mal clima laboral (14,55% en 2020), y el 15,44% cree que se debe a que los empleados no se identifican con los objetivos y estrategias marcados por la compañía (20,00% en 2020). En este sentido, tres de cada cuatro encuestados del ámbito empresarial reconocen que durante el pasado año tuvieron episodios de “trabajadores quemados” o con el síndrome del ‘burnout’ en sus plantillas, frente al 32,89% que dice no haberlo experimentado o detectado en su entorno.
A pesar de este panorama, más de la mitad de los empresarios encuestados (54,36%) se muestran tranquilos ante la posibilidad de que en España pueda darse una “gran renuncia”como ha ocurrido en muchas empresas de EE.UU., porque creen que las condiciones del mercado laboral español son muy distintas.
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