Desabastecimiento
La escasez de hielo se extiende por España: ¿a qué se debe?, ¿cuándo acabará?, ¿es legal racionar la venta?
Incremento de costes, ola de calor y reactivación del turismo. Esta es la receta del desastre que ha dejado a las fábricas de hielo bajo mínimos. Los clientes piden el triple que el año pasado y algunos productores venden un 600% más caro
Factura de la luz por las nubes, ola de calor y reactivación del turismo, festivales y fiestas populares. Esta es la receta del desastre que ha dejado a las fábricas de hielo bajo mínimos en pleno mes de agosto. El desabastecimiento de cubitos ya es un problema generalizado en toda España y los productores alertan de que lo peor aún está por llegar. Los fabricantes no almacenaron suficiente hielo en sus cámaras durante la temporada de invierno para esquivar los precios récord de la luz y por la incierta temporada de verano. Ahora, con la demanda disparada por las vacaciones de agosto, se ven obligados a tener su maquinaria 24 horas funcionando y aún no saben si podrán abastecer a hostelería, supermercados y gasolineras. Ya ha comenzado el racionamiento por parte de las fábricas e incluso los supermercados, y en apenas unos días los productores comenzarán a discriminar clientes. Así, los cubitos se cuelan en la lista de productos que han escaseado desde que arrancó la actual crisis, junto con el papel higiénico y el aceite de girasol.
Las fábricas se equivocaron en sus predicciones. “La energía pegó un subidón con el inicio de la guerra y cómo mantienes un gran stock durante tres o cuatro meses sin saber si lo vas a poder vender. No se ha almacenado lo suficiente como otros años”, explica a LA RAZÓN José María Buendía, gerente de Cubitos Bumar (Murcia). En Fábricas de Hielo Norte (Badajoz) siguieron el mismo cambio. Su encargado, Antonio Jaime, cuenta que, debido al incremento del precio de la luz, decidieron recortar la producción al 50% y comprar el otro 50%. “Las pequeñas y medianas empresas no hemos estado fabricando tanto y hemos dependido de las ventas de las grandes empresas. Lo que ocurre es que las grandes empresas solo están abasteciendo a quien está pagando el hielo a precio de oro y a las pequeñas y medianas empresas nos han dejado sin suministrar”, denuncia. De esta manera, la escasez se recrudece.
“Se está pagando el paquete de 10 kilos a 12 euros cuando por lo general no sube de los dos euros”, es decir, un 600% más caro, añade. “Hay otras grandes empresas que tienen su propia flota de camiones en propiedad y están optando por vender en la puerta de su fábrica, por lo que además se ahorran los costes de transporte. Eso es un beneficio muy grande para ellos”, critica el encargado de Fábricas de Hielo Norte, según su experiencia durante las últimas semanas.
“Estamos fabricando las 24 horas y la factura de la luz cuando nos venga va a ser de aúpa. Pero no estamos subiendo el precio. No sería justo para el cliente de toda la vida. Esto va a acabar el 15 de septiembre. Para nosotros es muy fácil llegar y subir dos euros el saco, pero nuestra moral no nos lo permite con la que está cayendo a todo el mundo. Las que se están haciendo de oro son las empresas que sacan miles y miles de kilos”, sentencia Antonio Jaime.
Subida de precios por los altos costes
Alberto García Fonseca, gerente de Frescol (Asturias), explica que ellos solo subieron 20 céntimos el precio en enero para algunos de sus clientes para poder hacer frente al incremento generalizado de los costes, como el de la luz o el plástico. “Nosotros subimos el precio del hielo en enero porque ya veníamos arrastrando subidas de costes, pero desde entonces lo hemos mantenido. Si la situación sigue así tendremos que volver a subir otro poco los precios”, explica. José María Buendía, gerente de Cubitos Bumar, da los mismos argumentos: “Hemos tenido que subir precios, por el encarecimiento del gasóleo, el plástico y la luz. Durante varios años no hemos realizado subidas pese al incremento de costes y ya íbamos de por sí muy justos. Ahora, con los costes de producción subiendo un 30% o un 40%, y el reparto igual, era insostenible”.
Al recorte de producción para hacer frente al incremento de costes, se han sumado “muchos años sin salir, muchas ganas de fiestas, muchos conciertos, muchos festivales y cuatro olas de calor”, subraya Alberto. “En Asturias hemos sufrido dos olas de calor, algo que no se había visto nunca antes aquí. Con este calor, las neveras no refrigeran lo suficiente y se necesita más hielo. Los clientes nos piden el triple que el año pasado. Es imposible dar abasto. Nos están llamando de toda España. De Jaén, Valencia, Ibiza, Barcelona, de Galicia...”, añade.
Racionamiento para estirar la producción
Las llamadas de hosteleros, supermercados y gasolineras desesperadas por conseguir sacos de hielo ya que sus proveedores habituales no pueden abastecerles se extienden a casi todo el territorio español. “No están llamando cadenas de grandes superficies y les decimos que no. Abastecemos a nuestros clientes y un poco escasos. Racionamos la venta. Y todavía queda lo peor este mes de agosto”, dice el gerente de Frescol. Su testimonio se suma al del encargado de Fábricas de Hielo Norte: “Nos están llamando de toda España para pedirnos hielo porque sus proveedores habituales no les están pudiendo abastecer. Nosotros hemos suprimido ya todas las ferias y los conciertos. Nos ceñiremos a los clientes de todo el año y de toda la vida”. En Cubitos Bumar, más de lo mismo: “Otro años hemos comprado hielo por el norte, donde se suele vender menos, para satisfacer un pico de demanda. Así entre unos proveedores y otros no hemos ido echando una mano. Pero este año nadie puede vender”.
Ante la escasez, la estrategia de los productores de hielo es el racionamiento. “Nosotros tenemos hielo pero nuestra estrategia a seguir ahora es el recorte. A quien me pide 20 sacos le llevo 10 y a quien me pide 10 le llevo cinco, así puedo atender a más clientes. Así seguiremos hasta que no podamos, que preveo que será en dos semanas, y entonces empezaremos a discriminar clientes”, explica Antonio Jaime.
Siguiente paso: priorizar clientes
En Fábricas de Hielo Norte tienen claro que clientes serán los primeros en la lista: “En hostelería son los últimos que se tienen que quedar sin hielo. Con la pandemia ya tuvieron que sufrir bastante, como para que ahora tengan que sufrir en pleno agosto por el hielo. Otros sectores como los supermercado pueden vender otros muchos productos y tirar para adelante, pero un hostelero no se puede quedar sin cubitos para los vasos”. De la misma manera actuarán en Cubitos Bumar y Frescol.
Pero esta “es la pescadilla que se muerde la cola”, dice José María Buendía. Como a los bares y restaurantes no les está llegando todo el hielo que necesitan acuden a los supermercados para conseguir cubitos como se pueda. Es el sitio más fácil, junto con las gasolineras. “Se llevan todos los sacos que pueden, incluso más todavía para tener reservas si esta situación se alarga”, explica Antonio Jaime. Este comportamiento es el que está provocando la escasez en los supermercados, por ello los fabricantes consultados por LA RAZÓN reclaman que los supermercados racionen la venta para evitar las compras masivas como ya pasó con el papel higiénico.
Limitaciones de compra en supermercados
Fuentes del sector de la distribución confirman a este periódico que varias cadenas ya han limitado la venta de bolsas de hielo por cliente. Por ejemplo, Consum solo permite dos bolsas por cliente y Mercadona, cinco. Alegan que este racionamiento está amparado por el artículo 9.2 de la Ley de Comercio Minorista que en situaciones extraordinarias permite estas limitaciones. No obstante, afirman que cada tienda y cada zona está aplicando estas limitaciones el menor tiempo posible y en base a sus necesidades. Por su parte, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) se opone a esta práctica. “Desde la OCU consideramos que no se puede limitar la venta de hielo”, señalan a LA RAZÓN. En su opinión, “la calificación sobre la excepcionalidad de las circunstancias” para racionar la venta de un producto “solo puede ser interpretada por un juez”.
Los supermercados, en cambio, han decidido tomar las riendas de la situación para evitar el acopio y la picaresca. “A río revuelto ganancia de pescadores. Hay gente que se está dedicando a comprar sacos de hielo y revenderlos más caros. Aquí ya se ha identificado a una persona que ha ido a un Mercadona y se ha llevado 108 paquetes de 10 kilos y por eso los supermercados están limitando la venta”, denuncia el encargado de Fábricas de Hielo Norte. Ante la proliferación de estos casos, el sector de la distribución llama a la calma: “Queremos transmitir un mensaje de tranquilidad porque cuando se toman medidas de este tipo es porque hay un comportamiento anómalo por parte del consumidor. Lo que hay que invitar es a la normalidad porque es la mejor manera de preservar el stock”.
Los fabricantes prevé que la escasez de vaya agravando con el paso de los días y dure hasta las dos primeras semanas de septiembre. Por ello, además de reclamar medidas a los supermercados también están instando a que bares y restaurantes disminuyan su uso de cubitos. “Si a los vasos les echan tres cubitos que les echen dos, y si les echan dos que les echen uno. Si entre todos colaboramos no deberíamos tener problema”, concluye Antonio Jaime.
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