Energía

Las eléctricas solo asumirían el “impuestazo” si se armoniza con Europa

El Gobierno propone gravar con un 1,2% la facturación de las empresas con ingresos superiores a los 1.000 millones de euros mientras la UE apuesta por recaudar de los “beneficios extraordinarios”

Torres de alta tensión
Torres de alta tensiónJesús G. FeriaLa Razon

Europa tiene la llave para que las eléctricas retiren su amenaza de recurrir el “impuestazo” del Gobierno sobre sus cuentas. La presidenta de Aelec, Marina Serrano, ha considerado necesario que las medidas fiscales que plantea el Ejecutivo para afrontar la crisis energética tras la tramitación en el Congreso de los Diputados tenga “consistencia” y sea “armonizado” con las medidas que se tomen en Europa.

En el IV Congreso Aelec, Serrano defendió que “no hay beneficios extraordinarios” por la actual coyuntura de crisis energética para las grandes eléctricas y subrayó que las compañías están “deseando volver a una situación de precios de normalidad”.

No obstante, afirmó que “es imprescindible garantizar la consistencia de las medidas adoptadas en España con las que se tomen en Europa”, de tal manera que la norma que salga del Parlamento “sea coherente y armonizada” con la europea.

En declaraciones posteriores a la prensa, Serrano advirtió de que las medidas que se adopten deberían ser “comunes para todos los países de la UE”, aunque habrá que ver cómo la Comisión Europea establece el reglamento y qué margen concede a cada país.

La presidenta de Aelec, asociación que mostró su intención de recurrir el nuevo impuesto a las eléctricas del Gobierno si se aprobaba en las condiciones inicialmente anunciadas, indicó ahora que habrá que “esperar hasta ver cómo queda definitivamente” definido este gravamen. “Se pueden hacer muchas mejoras técnicas, pero habiendo reglamento europeo creemos que la propuesta española debería ceñirse a los límites que establezca el reglamento europeo”, dijo.

La pasada semana la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, propuso, dentro de un nuevo paquete de medidas para afrontar la crisis energética por la guerra de Rusia contra Ucrania, que los países miembros apliquen nuevos impuestos para gravar los beneficios extra de las empresas energéticas. Este nuevo gravamen debe ser todavía pactado por los Veintisiete.

Por su parte, el impuesto impulsado por el Gobierno español pretendía inicialmente gravar las ventas, aplicando un tipo del 1,2% sobre la facturación de las empresas con ingresos superiores a los 1.000 millones de euros durante dos años. Además, también recoge aplicar un impuesto a la gran banca, gravando con un tipo del 4,8% los ingresos por comisiones e intereses, mientras que la propuesta de Bruselas no contempla una tasa al sector financiero.

De todas maneras, el Ejecutivo ya ha señalado que adaptará el impuesto a las energéticas, para ajustarlo a la fórmula que se acabe finalmente aprobando en Bruselas.

El problema del gas

La presidenta de Aelec, asociación de la que forman parte las ‘grandes’ eléctricas como Endesa, Iberdrola o EDP España, señaló que el gas natural es “la raíz del problema” actual del incremento de precios de la energía, destacando que estos episodios de altos precios “no benefician” a sus asociadas.

Sobre la imposición de un límite de precios a las tecnologías inframarginales, donde Bruselas plantea unos 180 euros/MWh mientras que en España ya se aplica desde hace tiempo un ‘cap’ de 67 euros/MWh, también apuntó que “las intervenciones tienen que ser comunes en todo el mercado europeo”.

“Hay que avanzar en ese camino en común y las medidas deben de ser armonizadas. Se debería haber adoptado en común con el resto de países europeos, y consideramos que no deberíamos quedar con un mecanismo diferente”, aseveró.

En lo que respecta a la ‘excepción ibérica’, herramienta que se aplica desde mediados de junio en España y Portugal para limitar el precio del gas natural que se utiliza para la generación de electricidad, Serrano afirmó que ha reducido el coste de la factura, aunque “ha supuesto un mayor uso del gas natural”.

Además, añadió que el mecanismo también esta representando “una distorsión en el propio mercado minorista, ya que algunos consumidores tienen el coste de la compensación y otros no”.