Aerolíneas

IAG (Iberia) da por hecho que tendrá que renegociar el precio que acordó para comprar Air Europa

Gallego asegura que tras romper el pacto que la valoraba en 500 millones y adquirir un 20% por 100, “no tenemos ningún acuerdo para llegar al 100%”

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IAG sigue firme en su compromiso de adquirir el 80% del capital que no controla de Air Europa e integrar la aerolínea del grupo Globalia en el holding de Iberia y British Airways. Pero para cerrar de una vez por todas una operación que arrancó allá por el año 2019, parece que tendrá que hablar una vez más de dinero. Su consejero delegado, Luis Gallego, ha asegurado hoy que tras adquirir una participación en el capital de Air Europa, “no tenemos un acuerdo para llegar al 100%”.

El conglomerado de aerolíneas que dirige Gallego controla ya un 20% de Air Europa después de convertir en capital el préstamos participativo de 100 millones de euros que concedió a su matriz Globalia. Una operación que, sobre el papel, valoraba la línea aérea de la familia Hidalgo en 500 millones de euros, el precio que habían acordado IAG y Air Europa tras la irrupción de la pandemia en lugar de los 1.000 millones de euros fijados en su acuerdo de finales de 2019. Pero Gallego ha dado a entender hoy en El Agora de “El Economista” que esa valoración ya no es válida.

Gallego asume que, en el nuevo escenario, Air Europa querrá más dinero una vez que parece que sus arcas andan algo más llenas después de la temporada de verano. No obstante, ha advertido de que IAG “intentará pagar lo que creamos correcto”. “Generar cash en verano con las preventas no es muy complicado. Lo complicado es tener un negocio sostenible, repagar la deuda, los aviones...”, ha advertido el primer ejecutivo de IAG. Todos estos factores, junto a las posibles sinergias que se puedan derivar de la operación, son las que determinarán su precio, ha advertido.

Lo que el consejero delegado de IAG sí que tiene claro en cualquier caso es que Air Europa, como otras pequeñas compañías como ITA o TAP, deben avanzar en dirección hacia la consolidación en un contexto global como el actual. Lo hemos visto, ha dicho, en Estados Unidos.

Complementaria

Pese a la férrea voluntad del holding hispano-británico por cerrar la compra de Air Europa, Gallego también ha insistido una vez más en que si las condiciones que les imponen las autoridades de Competencia europea para materializarla no les cuadran y no les permiten generara las sinergias que esperan en Latinoamérica, no la ejecutarán y buscarán alternativas. Sus esfuerzos, ha dicho, están ahora centrados en cerrar esta compra. Pero si no, “tenemos otra estrategia para crecer en Latinoamérica”.

Aunque se ha especulado con la posibilidad de que IAG estuviera interesada en adquirir la portuguesa TAP dentro de este posible abanico de alternativas, Gallego ha afirmado que “el hub de Lisboa da acceso sobre todo a Brasil y algunos países de África” que fueron colonias portuguesas. Pero para los intereses de IAG, Air Europa es “más complementaria”, según ha asegurado.

Como ha hecho desde el mismo día en que se anunció el primer acuerdo, Gallego ha insistido hoy en lo beneficioso que sería la compra de Air Europa por parte de IAG para el “hub” de Madrid. El directivo ha explicado que la operación le daría al holding una “masa crítica de clientes” que permitirían al aeropuerto de Barajas acercarse a sus competidores europeos. Porque, según ha asegurado, si la terminal madrileña está en el puesto 19 de 20 de los grandes aeropuertos europeos es en parte porque, a diferencia del resto, no tiene una gran aerolínea detrás que empuje su actividad.

En cuanto a la situación general del sector, Gallego cree que las aerolíneas cerrarán el ejercicio en beneficios después del duro transitar por la pandemia. Eso sí, los que vayan a viajar, que no esperen un recorte de precios a corto plazo. En su opinión, “no veo un futuro a medio plazo con billetes más baratos. Como mucho, a precios similares a los actuales”. El primer directivo de IAG cree que a los problemas de los incrementos de los precios de los carburantes y de los costes laborales se suma que ahora mismo hay menos capacidad, lo que hace difícil que los precios de los billetes vayan a bajar.