Impuestos

Montero prepara una rebaja fiscal “selectiva”, “limitada” a las rentas bajas y sustentada por los que más ganen

Hacienda quiere condicionar proporcionalmente la rebaja tributaria a los más vulnerables al incremento de la presión fiscal sobre las rentas altas y las grandes empresas.

El Gobierno se une a la carrera por las rebajas fiscales y ultima un plan temporal de recortes tributarios, aunque su intención es que esté circunscrito para las rentas más bajas. El Gobierno sabe que está perdiendo la guerra fiscal ante la opinión pública y trabaja contra reloj para decidir cómo aplicar unas medidas que hasta ahora se habían negado a llevar a cabo. El equipo de María Jesús Montero pretende incluir esta rebaja en el paquete de medidas que la ministra de Hacienda quiere presentar de inmediato, forzada por la ofensiva de las comunidades autónomas, tanto las que gobierna el PP como por la Comunidad Valenciana de Ximo Puig, que se han adelantado y dejado fuera de juego al Gobierno.

La intención de Hacienda es intervenir tanto a través del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) como en “vías alternativas”, aunque fuentes gubernamentales no han concretado dichas vías. Lo que sí parece claro es que Montero pretende evitar que se hable de deflactación de la inflación sobre la declaración de rentas y apuesta por “rebajas selectivas” condicionadas y en proporción al incremento de la presión fiscal sobre las rentas altas, aunque el modo de hacerlo “está aún en estudio”, confirmaron las mismas fuentes.

Este nuevo paquete fiscal, además deincluir el controvertido impuesto a las grandes fortunas, prepara cambios tanto en el IRPF como en el impuesto sobre Sociedades, en base al mantra repetido hasta la saciedad por los miembros del Ejecutivo de que “los que más tienen deben aportar más a los ingresos públicos para sostener el Estado de Bienestar”. Los expertos de Hacienda que trabajan a marchas forzadas no quieren dar un paso en falso en el caso de Sociedades, ya que quieren evitar caer en el error de aprobar un doble imposición.

Un camino con menos minas tiene el resto del paquete. La recién anunciada rebaja fiscal de Ximo Puig parece haber servido de ejemplo a Montero para preparar su propia receta, tomando como base para la mejora tributaria a las rentas inferiores a 60.000 euros, aunque algunas fuentes apuntan a que ese tope podría rebajarse hasta los 40.000 euros en el plan estatal. También se estarían barajando deducciones fiscales selectivas y concretas para familias hipotecadas con pocos recursos o con impagos, y aprobar compensaciones en las facturas energéticas.

Pese a que el Gobierno se ha hartado de criticar las bajadas impositivas porque suponen un recorte en la prestación de servicios, Hacienda ha decidido cambiar el paso “para que lo que se recaude de más con la subida para las rentas altas y en el impuesto de Sociedades -principalmente en el caso de las grandes empresas- revierta directamente sobre los que más lo necesiten”.

Con esta decisión, Montero lograría dos objetivos: recuperar imagen pública al anunciar rebajas fiscales y buscar la complicidad de sus socios parlamentarios y de su socio de Gobierno, Podemos, para lograr su apoyo a los próximos Presupuestos Generales del Estado, cuya negociación muestra síntomas de estancamiento y está lejos de concretarse. No en vano, la propia vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha afirmado hoy que el Gobierno de coalición aún está “lejos” de alcanzar un acuerdo en torno a los Presupuestos.

Podemos insiste en que el Impuesto de Sociedades se acerque al 15%, que en el IRPF se aumente de forma sustancial a las rentas del capital -“a día de hoy, el 80% del IRPF se sostiene con las nóminas de los trabajadores del país”, ha argumentado la vicepresidenta-, institucionalizar el impuesto a las grandes fortunas y aprobar la obligatoriedad de aplicar la armonización fiscal entre comunidades autónomas. “Lo pedimos en un documento que les presentamos antes del verano”, ha recordado la vicepresidenta.

Y en medio de todo esto, la ministra de Hacienda ha vuelto a pedir a las comunidades autónomas que plantean rebajas fiscales “ser coherentes”, ya que “la gran mayoría solicita al Gobierno más recursos que vienen de la misma bolsa de impuestos. Resulta poco coherente que los titulares que se protagonizan desde España sean de bajadas fiscales”, ha dicho en declaraciones ante los medios de comunicación en los pasillos del Congreso. Montero ha subrayado que “una bajada masiva de impuestos no es una recomendación” para afrontar la actual crisis energética y de precios y que, en todo caso, ha pedido que estas bajadas “sean quirúrgicas y selectivas para proteger a los ciudadanos más vulnerables” y “que los que más tengan, más aporten”.