Finanzas

El BCE anuncia ya una “recesión técnica” en 2023 y una inflación disparada

De Guindos advierte de un “futuro complejo con menos crecimiento y más inflación”. Confirma que habrá más subidas de tipos “pero su número y cuantía dependerán de los datos”

De izda. a dcha. Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), y Valentín Pich, presidente del Consejo General de Economistas de España (CGE), durante durante la conferencia
De izda. a dcha. Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), y Valentín Pich, presidente del Consejo General de Economistas de España (CGE), durante durante la conferenciaConsejo General de EconomistasAgencia EFE

Menos crecimiento y más inflación. Ese el complicado panorama que anuncia ya el Banco Central Europeo en boca de su vicepresidente, Luis de Guindos, que no descarta una “recesión técnica” en los próximos trimestres en la zona euro, aunque al menos espera que no sea “muy profunda ni intensa”. Pese a ello y teniendo en cuenta el “elevadísimo nivel de incertidumbre”, la situación podría empeorar y enfrentarnos a “un futuro complejo”, en el que habría que afrontar “una combinación de alta inflación y un crecimiento lento, que se está desacelerando y que va a afectar a la renta disponible de las familias y a la inversión”, por lo que no descarta que la zona euro entre en los próximos meses o trimestres en un proceso de recesión.

De Guindos ha impartido la conferencia “La política monetaria del BCE desde la introducción del euro a la actualidad”, enmarcada en un ciclo organizado por el Consejo General de Economistas de España (CGE) con motivo de la celebración del 20 aniversario de la implantación de la moneda única. En ella ha advertido de la concatenación de “sorpresas negativas” en la inflación desde 2019, cuyas perspectivas cree el BCE que apuntan a que hasta finales de 2022 se mantendrá en torno a los nieves actuales para comenzar una desaceleración en 2023, “en parte por efectos de base, y dependiendo de las citadas y potenciales sorpresas negativas.

En este sentido, Guindos ha apuntado que, si bien las expectativas de inflación están ancladas en los mercados, “entre empresas y familias es un poco diferente”, reconociendo que en 2023 la tasa de inflación estará todavía claramente “por encima de la definición de estabilidad”. De este modo, el vicepresidente del BCE ha recordado que, dada la complejidad del panorama actual, la entidad actuará a partir de ahora reunión a reunión en función de la evolución de los datos. “Habrá más subidas de tipos, pero su número y cuantía dependerán de los datos”, ha añadido.

Las últimas previsiones del BCE, correspondientes al mes de septiembre, rebajaron el crecimiento económico de la zona euro para 2023 hasta el 0,9%, aunque también se esbozó otro escenario adverso que contempla una contracción del 0,9% para el próximo año. De Guindos ha recordado que en diciembre se conocerán las nuevas proyecciones, pero ha anunciado que seguirá el mismo camino de todos los organismos internacionales -como la OCDE, la Comisión Europea o el FMI-, que van en la misma dirección, un “entorno más complejo con menos crecimiento y más inflación”.

Precisamente, sobre la evolución de la inflación, el Banco Central Europeo no prevé “una desaceleración intensa” y espera que a mediados de 2023 siga por encima del 6%, aunque de Guindos ha subrayado que aquí van a jugar “un papel importante los efectos de segunda ronda” que pueda haber y la “evolución de los salarios”. Por eso, el BCE actúa con una política monetaria restrictiva, es decir, sobre decisiones de consumo e inversión, pero ha remarcado que “hay una parte sobre la cual no pueden actuar” y que suponen dos tercios de la inflación actual.

También ha puesto en valor el poder de la política fiscal en esta situación. Ha apostado por que sea selectiva y que ayude a grupos vulnerables, pero que además ayude a reducir la dependencia energética de Rusia y fomente la transición hacia energías más verdes y limpias. En este punto ha recordado que la Comisión Europea va a presentar las líneas maestras de la reforma del pacto de estabilidad y crecimiento, un acuerdo a su juicio “inservible” porque contempla que la deuda pública no podría superar en unos años el 60 % del PIB y actualmente los países en Europa se encuentran con niveles de deuda muy alta.

El vicepresidente del BCE ha reconocido que, una vez que la amenaza de la pandemia ya no es la que fue, la entidad se encuentra en un proceso de normalización de la política monetaria que, antes o después, supondrá una reducción del balance del banco central. “Antes o después la normalización llegará al tamaño del balance”, ha indicado Guindos, aclarando que es un debate que aún no ha tenido lugar en el seno del Consejo de Gobierno. “Hemos dejado de comprar bonos y antes o después se debatirá la reducción del balance del BCE, pero se tomarán decisiones prudentes por las potenciales implicaciones”, añadió.

Preguntado por la situación de los bancos, ha reconocido que las medidas adoptadas tras la crisis financiera hacen que “la situación hoy sea más tranquila”, ya que todos “tienen mas liquidez y capital”, aunque sí ha reconocido que la alta inflación, la desaceleración económica y la subida de tipos en un entorno de apalancamiento “puede dar lugar a vulnerabilidades en el sector financiero”.

Por último, al ser preguntado sobre la opinión del BCE respecto al impuesto español a la banca, Guindos afirmó que “en los próximos días, como mucho, semanas, se hará pública”, sin desvelar detalles. Recordó que siempre que se crea un impuesto que afecta al sector financiero, a petición del país, “como ha sido en este caso”, el BCE puede emitir su opinión, que “no es vinculante”, y para ello se crea un grupo de expertos.