Escrivá rechaza la jubilación a los 70 para aliviar las pensiones

El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha descartado que en España se necesite subir la edad legal de jubilación a los 70 años, porque los 67 años que se establecieron para 2027 es una edad “más que suficiente” para asegurar la sostenibilidad del sistema de pensiones, pese a que recientemente ha sido señalado como uno de los más “insostenibles del mundo”, según el índice de pensiones global del Instituto Mercer CFA.

Escrivá respondía en una entrevista en RNE al debate abierto por la secretaria general y portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, en las que aseguraba que “no pasaría nada por jubilarse a los 70 años si la expectativa de vida sigue creciendo”.

El ministro ha recordado que la reforma de 2011 estableció la subida gradual de la edad legal de jubilación, hasta alcanzar los 67 años en 2027, reforma que, según ha enfatizado, no contó con el apoyo del PP.

A pesar de que la asunción de gastos impropios de la Seguridad Social por parte del Estado, recogida en la última reforma del las pensiones, ha sido tenida en cuenta por el índice elaborado por Mercer CFA y ha hecho que la nota en sostenibilidad mejore ligeramente de 28,1 a 28,7 puntos, España sigue teniendo uno de los sistemas más “insostenibles” de los 44 países analizados, solo peor que de Austria (22,7 puntos en sostenibilidad), Italia (23,1 puntos) y Brasil (27,8 puntos).

Ampliación del periodo de cálculo

Respecto a cuánto se ampliará el periodo de cálculo de las pensiones, establecido en 25 años, el ministro ha indicado que “se moverá poco” de ese margen y ha señalado que lo que se pretende en esta materia es definir con los agentes sociales un esquema de mayor protección para las personas con carreras laborales más volátiles.

“Nos moveremos poco (de los 25 años). Lo estamos discutiendo con los agentes sociales. Estamos buscando un punto de equilibrio y convergencia, pero no tiene que ver sólo con el periodo de cómputo, también con el tratamiento de lagunas de cotización y de la posibilidad de excluir los peores años. Es un paquete conjunto”, ha dicho el ministro, que ha asegurado que el resultado de todo ello no es reducir la cuantía de las pensiones.

Este elemento, junto con el destope progresivo de la pensión máxima y de las bases máximas de cotización, se están discutiendo con los agentes sociales con el objetivo de tener estas materias cerradas antes de final de año.

La idea, ha precisado, es tener “predictibilidad” sobre cuánto subirán las bases máximas y la pensión máxima, en lugar de la “arbitrariedad” con la que se actuaba en el pasado. “Lo que hemos dicho es que la pensión máxima y la base máxima tienen que subir con la inflación”, ha recordado el ministro.

En este sentido, ha reconocido que le “sorprendieron” las críticas de la CEOE a la subida de la base máxima proyectada en los Presupuestos Generales del Estado para 2023 en un 8,6%, en línea con la inflación. “Me da la sensación de que (estas críticas) responden a cuestiones tácticas o externas”, ha subrayado.